La Copa del Rey es un certamen que ha crecido con el paso de los años y que hoy genera un fanatismo increíble en España. Participan equipos de todas las ciudades, provincias y regiones. Hay distintas zonas y todos los años, algún conjunto que nadie tiene en sus planes, da el batacazo ante otro de mayor envergadura. Es tal la importancia de la competencia que hasta se le da una plaza al campeón para que dispute la Europa League. El año que viene, se comenta que el ganador también tendrá un lugar en la fase de grupos de la Champions League.

De la Copa del Rey de la temporada 2002/03 que obtuvimos con el Mallorca recuerdo absolutamente todo. Le ganamos la final a Recreativo Huelva por 3 a 0 con un doblete del uruguayo Walter Pandiani y un gol de Samuel Eto’o. El partido se disputó en el estadio Martínez Valero de la ciudad de Elche. Fuimos muy superiores y los superamos con justicia. En la semifinal habíamos eliminado a Deportivo La Coruña en el estadio Riazor.

Ariel Ibagaza, Walter Pandiani, Federico Lussenhoff y el Turu Flores formaban parte de aquel equipo que, también tenía jugadores de elite como Harold Lozano, Samuel Eto’o y Alvaro Novo. El entrenador era Gregorio Manzano.

Me parece que la Copa Argentina puede generar un cambio drástico en los equipos humildes que desde hace mucho esperan una oportunidad como ésta. Creo que lo más importante del nuevo certamen es que no es necesario que las instituciones provinciales de categorías más bajas ganen el torneo para ser reconocidos. Un gol importante, un triunfo o el hecho de eliminar a clubes de mayor historia pueden generar un vuelco en su vida.

Con respecto al Superclásico, que por ahora no se juega en Argentina porque River descendió a la B Nacional, creo que es un tema que no debería generar mayor debate. Sí sería importante que vuelvan a enfrentarse para que un país futbolero como el nuestro tenga la posibilidad de volver a vivirlos. Yo ya extraño los Boca-River y creo que son necesarios. Y la Copa Argentina puede ser el gran escenario para que se vuelva a dar este partido único en el mundo.

Nací en San Nicolás y me hubiese gustado que Defensores de Villa Ramallo avance y llegue lejos, pero lamentablemente perdimos con Racing de Olavarría (NdR: cayó 1 a 0 en la Tercera eliminatoria tras vencer a Once Tigres en el debut). Mis amigos me contaron que la ciudad estaba muy ilusionada. Ahora habrá que esperar hasta el año que viene y volver a competir.