"El fútbol de nuestro país no podía olvidarse de la Copa Argentina"
Carlos Roa llegó a la final de la Copa del Rey con Mallorca en la temporada 1997-1998, cuando perdió con Barcelona por penales. Es un personaje al cual se debe entrevistar para aprender a resolver distintas situaciones que plantea la vida.
Recuerdo mis participaciones en Copa del Rey, y puedo decir que ese tipo de competencias generan mucha algarabía e ilusión. Con el Mallorca tuve la mejor participación ya que llegamos a la final y la perdimos por penales (5-4, tras empatar 1-1 en el encuentro) con el Barcelona, que tenía un equipazo. Nos dirigía Héctor Cuper y mis compañeros eran el Mencho Mena, Valerón, Iván Campo, Dejan Stankovic y Gabriel Amato. La temporada 1997-1998 no me la olvido más porque también entramos a la Champions League. Por eso, creo que el fútbol en nuestro país no podía olvidarse de un torneo como la Copa Argentina.
A nivel profesional, la participación en el Mundial 1998 fue la alegría más grande de todas. Passarella se la jugó por mí y creo que respondí. Cuando le atajé el penal al inglés David Batty sentí una alegría inmensa. Al llegar al vestuario, caí y me di cuenta de lo que había logrado. Igual, creo que nos faltó algo de suerte para llegar más lejos. La eliminación en cuartos de final con Holanda fue inesperada porque veníamos muy bien. No se nos dio, pero hicimos lo posible.
Dije que me olvidé del cáncer de testículos porque soy una persona que siempre mira para adelante, y no se queda pensando en lo que pasó. Me lo descubrieron en 2002, mientras estaba jugando en el Albacete, me hicieron quimioterapia y entré 10 veces a un quirófano. A mí me tocó, me la banqué y lo superé con el apoyo de los amigos y la familia. Ahora quiero seguir creciendo acompañando a Almeyda en River.
La posibilidad de incorporarme como entrenador de arqueros surgió gracias a una idea de Matías Almeyda. Me llamó luego del descenso, me comentó que lo había contactado Daniel Passarella y me dijo que quería incorporarme a su equipo de trabajo. Lo que trato de hacer es tenerlos a todos al 100 por 100 para que respondan cuando se les presente la oportunidad. Quiero brindarles la tranquilidad y la experiencia que adquirí con el paso de los años. Les doy pautas, los exijo y le comentó al técnico cómo veo a cada uno. A partir de mis informes, él toma la decisión final.
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