Cuando se dice que la Copa Argentina es la vidriera ideal para los futbolistas que no suelen tener oportunidades en los campeonatos de sus categorías, siempre se busca ejemplificar para que la frase no quede en palabras y se pueda demostrar con hechos. Nicolás Domingo pelea por su lugar en River desde 2005. Surgió de la más profunda entraña millonaria, pero nunca tuvo en su camino a un entrenador que le diera la chance de demostrar que estaba a la altura.

El volante central deambuló por varios equipos hasta que regresó a River, tras su préstamo en Peñarol, institución en la que había llegado a la final de la Copa Libertadores. Las oportunidades en la Primera B Nacional escasearon por la superpoblación de volantes, aunque la aparición de la Copa Argentina le dio la chance de demostrar que podía ser una variante confiable.

Titular en los encuentros ante Sportivo Belgrano y Quilmes, aportó su condición de referente para los triunfos y la clasificación del conjunto de Núñez a los Cuartos de Final. Capitán y líder frente al Cervecero, dialogó con el sitio oficial y contó cómo vive su momento

“Almeyda sabe del esfuerzo que hago para estar entre los titulares. Todos los integrantes del plantel queremos un lugar y hay una linda competencia”, afirmó Domingo, quien dijo ser consciente de la cantidad y calidad de futbolistas que compiten con él por el centro del mediocampo: “Al haber salido de la cantera, uno entiende que debe brindarse al máximo para cumplir”.

El triunfo de River ante Quilmes posibilitó que el mediocampista ganara en confianza. Sabe Domingo que ya no es aquel chico que debía pagar el derecho de piso por su juventud. Con 27 años, demuestra tener conocimiento para analizar lo que fue el pase del Millonario a la próxima instancia: “Por suerte, nos entendimos muy bien con el Lobo (Ledesma). Además, el técnico leyó bien el cambio de Villalva por Trezeguet. Keko es muy rápido y lo pudimos aprovechar”.

La gente del Interior tiene sed de Copa Argentina. River copó San Juan y Domingo agradece el apoyo: “Siempre nos alientan. Sentimos el calor de la gente cada vez que vamos a las provincias”.

La palabra de Nicolás Domingo, aquel niño que hurgaba por su lugar en Primera, y que hoy entiende que la Copa Argentina es el torneo que le da la oportunidad de manifestar dentro del verde césped que tiene jerarquía de sobra para jugar en River.