Tuve la suerte de jugar la Copa del Rey entre 1996 y 2005. Siempre me tocó disputarla con equipos de menor envergadura, como Cádiz, Málaga, Elche y Xerez. El mejor resultado que obtuvimos fue llegar a los octavos de final. Primero llegué con Xerez en la temporada 2002-2003, pero nos enfrentamos a un gran Atlético Madrid que nos ganó los dos partidos (0-4 en el global). Dos años después, en mi última temporada en Europa, perdimos una oportunidad histórica con el Elche: nos eliminó el Numancia por penales, y quedamos con mucha tristeza por la chance desperdiciada.

Recuerdo que esa última Copa fue especial, porque los equipos más importantes fueron cayendo en las primeras instancias y se abrió el espectro para los que no teníamos tantas oportunidades. Barcelona perdió en 32avos. con un club de Tercera, el Gramenet, mientras que Valencia cayó una ronda más adelante, y el Real Madrid fue eliminado en octavos con el Valladolid. Eso es lo que me gustaba de esos torneos, las sorpresas. Como los equipos de menor categoría tenían la localía, los partidos se hacían más entretenidos y había lugar para los batacazos. Esto sigue ocurriendo, fijate que hace un par de años el Real Madrid cayó por goleada con el Alcorcón en un partido histórico.

Me parece perfecto que una Copa de este estilo se realice en Argentina. Hace años que esperaba esto, una competencia que une a las distintas categorías y les da posibilidades a los equipos de todas las provincias. Es un torneo distinto que le hará muy bien a nuestro fútbol. Además, el campeón tiene la chance de jugar la Copa Sudamericana, algo que puede ser histórico si llega a ganar un club del Ascenso. Por eso pienso que es un campeonato que les abre puertas a jugadores que nunca soñaban con oportunidades así.

Lamentablemente, con All Boys perdimos en los 32avos. un partido increíble, que encima era el clásico ante Atlanta. Espero que en las próximas ediciones consigamos mejores resultados, y podamos llevarnos el torneo. Sería un logro muy importante en la historia del club.