Un solo paso le quedaba para asegurarse la clasificación a dos torneos importantes en el primer semestre del año próximo. San Lorenzo necesitaba un triunfo en su visita a Rafaela como confirmación del segundo lugar de la tabla del Torneo de Primera, lugar que le permitía acceder a las siguientes ediciones de la Libertadores y de la Supercopa Argentina. Si bien sufrió una expulsión tempranera de Fabricio Fontanini, se sobrepuso y logró la ventaja decisiva por intermedio de Nicolás Blandi.

El triunfo por 1-0 significó el último encuentro de Edgardo Bauza al frente del conjunto azulgrana. El entrenador se ganó un lugar dentro de las páginas principales del club al consagrarse como campeón de la Libertadores 2014, certamen continental que había sido esquivo hasta ese entonces para la historia del club. En esta temporada, el Ciclón fue eliminado en la primera ronda de esa competencia, llegó hasta Cuartos de la Copa Argentina y finalizó como subcampeón del Torneo de Primera, tres puntos por debajo de Boca.

Justamente el Xeneize facilitó el acceso de San Lorenzo para afrontar la Supercopa Argentina. Al haberse coronado en el Torneo de Primera y la competencia integradora, abrió el cupo para que el segundo del campeonato tenga la posibilidad de buscar un nuevo trofeo. Ambos clubes todavía no conocen la sensación de conseguir este título que sólo Arsenal, Vélez y Huracán ostentan en sus vitrinas.