“Me hubiera gustado continuar en Sarmiento, pero yo seguí en comunicación con los chicos. Era un grupo fantástico, eso influyó para aquella campaña en la Copa Argentina. Los acompañé de corazón, pero hubiese estado bárbaro poder participar de los partidos. Hace un par de años, un familiar subió una foto a Facebook que mostraba que fui el autor del primer triplete en la historia del certamen, ante Sportivo Patria de Formosa, en ese momento yo no sabía el dato. Es un recuerdo lindo”.

“A todos nos salían bien las cosas en esa campaña por la Copa. Cada jugador que entraba cumplía su función de la mejor manera, recuerdo que nos tocaron rivales difíciles. A mi me tocó entrar en Misiones contra Crucero del Norte y asistí de pecho a Neri Bandiera para convertir el empate que nos posibilitó imponernos en penales. Me acuerdo y se me pone la piel de gallina. En ese momento, nos sentíamos muy fuertes en la Copa pero éramos irregulares en el campeonato. En ese interín, apareció la oportunidad de irme a Asia y lo hablé con el entrenador (Salvador Capitano). Como yo alternaba, decidí salir del club y, al igual que ocurrió con cada decisión que tomé en mi vida, no me arrepiento”.

“Los futbolistas de experiencia nos juntamos a hablar sobre la Copa. En 2011 era un torneo nuevo, no tenía la trascendencia que tiene ahora. Decidimos ponerle las fichas a avanzar a la Fase Final, sobre todo cuando eliminamos por penales a San Martín de Formosa en el debut. Influyó que nos salían las cosas, obviamente. En Asia hay torneos similares, en Vietnam salí campeón de la Supercopa, con un formato idéntico al que enfrentó a Boca y River en Marzo. Tailandia tiene otro torneo igual, además de uno como la Copa Argentina que enfrenta a todos los equipos de las divisiones”.

“La experiencia en Asia fue una de las más lindas que viví en el fútbol. Más allá de lo deportivo, la gente me trató bárbaro. Uno aprende el respeto hacia la otra persona, aspectos que te enseña la cultura. Estuve un año en Indonesia, dos en Vietnam y cinco en Tailandia, la mejor etapa de mi carrera. Jugué en las cuatro divisiones más importantes y, en uno de los equipos, tuve la suerte de hacer varios goles importantes para la permanencia. La gente me reconoció el sacrificio y me hicieron sentir parte. Creía que me iba a costar acostumbrarme a las comidas, pero las terminábamos extrañando con mi mujer cuando volvíamos a Argentina”.

“Dejé el fútbol hace un año y medio, en Tailandia. El motivo fue que empecé a estudiar personal trainer e hice varios cursos sobre crossfit y funcional, entre otros. Puse un gimnasio en Rosario con un amigo, Sebastián Grazzini, así que nos dedicamos a full a eso. Hacemos circuitos aeróbicos, que conllevan mucho tiempo, y abrimos durante todo el día. Eso llevó a que abandone definitivamente el fútbol, estaba en Tailandia pero la distancia familiar y este nuevo emprendimiento generó que se complique”.