La intimidad del River Campeón
El Millonario ganó la Copa Argentina tras vencer 4-3 a Rosario Central en Córdoba y la delegación que viajó vivió una verdadera fiesta desde el momento en que Patricio Loustau decretó el final del partido.
Final del partido en Córdoba. Patricio Loustau decreta que se terminó el encuentro, River gana 4-3 y obtiene la Copa Argentina por primera vez. Los jugadores se unen en un abrazo y a ellos se le suman integrantes del cuerpo técnico, allegados y suplentes que viven con emoción lo conseguido. El Millonario obtuvo el máximo objetivo del semetre y los festejos se extendieron por mucho tiempo.
Andrés D'Alessandro no quiso soltar el trofeo en ningún momento. Desde el instante en que finalizó la ceremonia de premiación, el volante toma la Copa y la mueve de un lado a otro. La muestra, la besa y la mira con la felicidad de haber cumplido el objetivo antes de partir nuevamente hacia Brasil, donde lo espera el Internacional de Porto Alegre.
Las lágrimas de Augusto Batalla y el descargo del presidente Rodolfo D'Onofrio son una muestra de la importancia que tiene para River la Copa Argentina. El arquero falló en varias ocasiones y vivió la consagración como un gran desahogo. Por eso, las lágrimas fueron su sostén para vivir un gran momento de gran éxtasis. La máxima autoridad, en cambio, se fundió en abrazos con cuanta persona se le cruzara por el camino en un Mario Alberto Kempes vestido para la ocasión.
Tres maneras distintas de vivir una alegría que quedará grabada en el corazón de cada hincha y jugador de River. Cada uno vivió desde su lugar una de las máximas alegrías de los últimos años. No es casualidad que el festejo se haya extendido durante varias horas. Y que haya incluido dos vueltas olímpicas y una serie de cantos que tuvieron como principal destinatario a Boca, el máximo rival. El Millonario ganó la Copa Argentina y nadie quiso quedarse afuera de la consagración.
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