“No tengo receta para dirigir la Copa Argentina. Siempre tuve la chance de estar al frente de buenos equipos que tomaron este torneo de manera especial. Es importante pelearlo”. Julio Falcioni dirigió diez partidos del certamen integrador como técnico de Boca, All Boys, Quilmes y Banfield. Y perdió una sola vez: en los penales de las Semifinales de la edición 2012/2013, con Arsenal, y cuando dirigía al conjunto de Floresta. Nunca más conoció el sabor de la eliminación y este jueves dio el primer paso con el Taladro al vencer agónicamente a Defensores de Villa Ramallo.

Para el técnico que ganó la competencia con Boca, la Copa Argentina estará a la par del Torneo de Primera y de la Copa Sudamericana en cuanto a la importancia de los objetivos para el segundo semestre del año. Sabe que la obtención del certamen integrador podría abrirle nuevas puertas a nivel internacional. Y a eso apunta, con la mira enfocada en reconstruir un plantel que tendrá bajas, y que también sumará nuevos jugadores que apuntalarán a jóvenes que empiezan a afirmarse en Primera.

Sobre la sufrida victoria en 32avos de Final, Falcioni destacó el protagonismo que asumió su equipo durante los primeros minutos: “Lo sufrimos porque no abrimos el marcador, aunque creo que dominamos desde las situaciones de gol y la tenencia de la pelota. Lo buscamos siempre y nunca nos desesperamos”. Y agregó, conforme con el trabajo de sus dirigidos, que “marcamos diferencias en el final, pero alguna oportunidad había que concretar. Estoy contento porque terminamos el semestre de buena manera”.

Falcioni es, junto con Gustavo Alfaro, el único entrenador campeón de Copa Argentina que dirige en Primera. Por eso, sabe que los antecedentes lo obligan a tomar un rol protagónico en una competencia en la que Banfield nunca pudo superar la barrera de los Octavos de Final. En 16avos, el adversario será Godoy Cruz de Mendoza o Estudiantes de Buenos Aires.