Mi Copa Argentina

“La vara está muy alta y hay que defender el prestigio”

Nicolás Domingo retornó a River después de tres años y medio, con el objetivo de poder consolidarse en el club que lo formó como jugador y le permitió comenzar su carrera profesional. “Gracias al esfuerzo, empeño y humildad que le puse, se me abrió esta oportunidad gigante en mi carrera”, sentenció.

“El fútbol te da revancha” es una de las máximas identificables con este deporte. Nicolás Domingo es un volante central surgido de River, que acumulaba tres etapas sin mayor trascendencia por el club (sólo consiguió el Clausura 2008 y fue parte del plantel que logró retornar a Primera a mediados de 2012). Posteriormente a la campaña del ascenso, emigró a Ecuador para defender la camiseta de Deportivo Cuenca y, más tarde, llegó a Banfield. De la mano de Matías Almeyda, su entrenador en el Taladro (ya lo había dirigido en el club de Núñez), se ganó la titularidad a base de actuaciones destacadas y se convirtió en una de las figuras del equipo que subió a la máxima categoría en 2014 y se consolidó en la divisional. Su rendimiento despertó el interés de Tijuana de México, que estaba a punto de contratarlo; sin embargo, un llamado de Marcelo Gallardo, director técnico del Millonario, le bastó para cambiar de destino.

“Es un premio al esfuerzo. Gracias al empeño y humildad que le puse, se me abrió esta oportunidad gigante en mi carrera”, expresó Domingo, de 30 años. Tanto él como Joaquín Arzura, volante proveniente de Tigre, llegan para intentar reemplazar a Matías Kranevitter, transferido a Atlético de Madrid. “Arzura es un muy buen jugador. Todos vamos a intentar aprovechar la chance para ganarnos la titularidad y que River siga teniendo éxito”, agregó, en declaraciones al diario Olé.

Después de un año brillante, que incluyó las consagraciones en la Copa Libertadores, en la Recopa Sudamericana y en la Suruga Bank, sumadas al subcampeonato en el Mundial de Clubes y la Semifinal en la Sudamericana, River se prepara para una nueva temporada extensa y con objetivos sustanciales por delante. Domingo, motivado con la posibilidad de pelear por varias competencias, lo reconoce: “La vara está muy alta y hay que defender el prestigio. Tenemos que revalidar el título de la Libertadores, pelear por el Torneo de Primera y obtener la Copa Argentina”.

“Se me vinieron muchos recuerdos encima, viví muchas cosas en el club más allá de lo deportivo. Debuté, pude salir campeón, ganar clásicos. Volver a pisar el Monumental es un anhelo que tenía adentro mío”, cerró Nicolás, que retorna a River con la ilusión de poder lograr la titularidad que no pudo disfrutar en sus anteriores pasos por la institución, cuando disputó 46 encuentros correspondientes a torneos locales y convirtió sólo un gol.

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