“Apuntamos a ganar todo”
Luciano Fabián Monzón se adueñó del puesto de lateral izquierdo de Boca en el tramo final del semestre y sueña con conseguir la Copa Argentina y el campeonato de Primera División. El ex Catania de Italia afirmó que la clave pasará por no relajarse en los encuentros que restan.
La lucha por un puesto dentro del campo genera mayor compromiso y responsabilidad en los involucrados. Cuando un futbolista siente que ha ganado la batalla, tiende a relajarse. Sin embargo, cuando sabe que detrás o adelante suyo hay un competidor dispuesto a adueñarse de su lugar, muestra su mejor versión porque lo cree propio y no lo quiere soltar. Luciano Monzón es un caso testigo de que ante la sana lucha, los rendimientos se elevan y su mejor versión sale a la luz.
El lateral corrió por detrás de Nicolas Colazo desde su vuelta de Europa a principios de año, pero una lesión del por entonces jugador titular le permitió adueñarse del lugar y no soltarlo más. Al punto tal que su competidor se mantiene dentro del campo, pero ha jugado los últimos encuentros como volante. El ex Catania se ganó un puesto dentro del once de un Boca que sueña con la doble competencia. Puntero del campeonato de Primera División, debe enfrentar a Lanús por las Semifinales de la Copa Argentina.
“Boca necesita ganar algo con urgencia, aunque apuntamos a todo. Hay que ir partido a partido, pero nos ilusionamos con dar una vuelta olímpica a fin de año”, expresó Monzón, en quien el técnico Rodolfo Arruabarrena hace especial énfasis en su trabajo diario. Para dejar de ser un lateral con buenas proyecciones y algunas desatenciones en la marca, y transformarse en un futbolista completo, capaz de realizar la doble función con suficiencia.
Boca enfrentará este domingo a Crucero del Norte con la obligación de mantener la ventaja en la punta del campeonato. Monzón destacó que, más allá de la ubicación que tiene el próximo rival en la tabla, la clave pasará por asumir el protagonismo y no confiarse: “Se van a jugar la vida para sorprendernos. Tienen una gran motivación, pero nosotros no podemos fallar”.
La lucha por un puesto dentro del campo genera mayor compromiso y responsabilidad en los involucrados. Cuando un futbolista sabe que el puesto es suyo, tiene a relajarse. Sin embargo, cuando sabe que detrás o adelante suyo hay un competidor dispuesto a adueñarse de su lugar, muestra su mejor versión porque lo cree propio y no lo quiere soltar. Luciano Monzón es un caso testigo de que ante la sana lucha, los rendimientos se elevan y su mejor versión sale a la luz.
El lateral corrió por detrás de Nicolas Colazo desde su vuelta de Europa a principios de año, pero una lesión del por entonces jugador titular le permitió adueñarse del lugar y no soltarlo más. Al punto tal que su competidor se mantiene dentro del campo, pero ha jugado los últimos encuentros como volante. El ex Catania se ganó un puesto dentro del once de un Boca que sueña con la doble competencia. Puntero del campeonato de Primera División, debe enfrentar a Lanús por las Semifinales de la Copa Argentina.
“Boca necesita ganar algo con urgencia, aunque apuntamos a todo. Hay que ir partido a partido, pero nos ilusionamos con dar una vuelta olímpica a fin de año”, expresó Monzón, en quien el técnico Rodolfo Arruabarrena hace especial énfasis en su trabajo diario. Para dejar de ser un lateral con buenas proyecciones y algunas desatenciones en la marca, y transformarse en un futbolista completo, capaz de realizar la doble función con suficiencia.
Boca enfrentará este domingo a Crucero del Norte con la obligación de mantener la ventaja en la punta del campeonato. Monzón destacó que, más allá de la ubicación que tiene el próximo rival en la tabla, la clave pasará por asumir el protagonismo y no confiarse: “Se van a jugar la vida para sorprendernos. Tienen una gran motivación, pero nosotros no podemos fallar”.
La lucha por un puesto dentro del campo genera mayor compromiso y responsabilidad en los involucrados. Cuando un futbolista sabe que el puesto es suyo, tiene a relajarse. Sin embargo, cuando sabe que detrás o adelante suyo hay un competidor dispuesto a adueñarse de su lugar, muestra su mejor versión porque lo cree propio y no lo quiere soltar. Luciano Monzón es un caso testigo de que ante la sana lucha, los rendimientos se elevan y su mejor versión sale a la luz.
El lateral corrió por detrás de Nicolas Colazo desde su vuelta de Europa a principios de año, pero una lesión del por entonces jugador titular le permitió adueñarse del lugar y no soltarlo más. Al punto tal que su competidor se mantiene dentro del campo, pero ha jugado los últimos encuentros como volante. El ex Catania se ganó un puesto dentro del once de un Boca que sueña con la doble competencia. Puntero del campeonato de Primera División, debe enfrentar a Lanús por las Semifinales de la Copa Argentina.
“Boca necesita ganar algo con urgencia, aunque apuntamos a todo. Hay que ir partido a partido, pero nos ilusionamos con dar una vuelta olímpica a fin de año”, expresó Monzón, en quien el técnico Rodolfo Arruabarrena hace especial énfasis en su trabajo diario. Para dejar de ser un lateral con buenas proyecciones y algunas desatenciones en la marca, y transformarse en un futbolista completo, capaz de realizar la doble función con suficiencia.
Boca enfrentará este domingo a Crucero del Norte con la obligación de mantener la ventaja en la punta del campeonato. Monzón destacó que, más allá de la ubicación que tiene el próximo rival en la tabla, la clave pasará por asumir el protagonismo y no confiarse: “Se van a jugar la vida para sorprendernos. Tienen una gran motivación, pero nosotros no podemos fallar”.
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