Mi Copa Argentina

La carta fuerte a la que apuesta Liniers para hacer historia

Nacido en la localidad rionegrina de General Conesa, Julio Acosta ya es un bahiense más desde el año 2000, cuando llegó a Liniers. Lleva más de 180 goles en el club, tiene 32 años y dejó su almacén por unos días para vivir la posibilidad de enfrentar este miércoles a River. “Si bien la mayoría del plantel es hincha de Boca, es un sueño tener enfrente a semejante clase de jugadores”, sentenció.

Cuando Julio Acosta se enteró de que Liniers de Bahía Blanca enfrentaría a River en los 32avos. de Final de la Copa Argentina, vio pasar frente a sí una carrera marcada por el sacrificio y el esfuerzo. A sus 32 años, tiene la oportunidad de disfrutar de un partido único. Suma más de 180 goles en el Chivo y es una de las voces fuertes de un plantel que, tal como él mismo contó, “es hincha de Boca en un 90 por ciento”. Dueño de un almacén, cerró por unos días el negocio para viajar a Formosa y afrontar el partido por el cual espero durante toda su vida.

“Para mí esto es un premio después de haber luchado durante tantos años. Tener esta chance es un sueño y espero aprovecharla. Voy a dar el máximo porque estoy esperando por esto hace mucho”, destacó Acosta, quien realizó toda su carrera en clubes de la localidad de Bahía Blanca. Debutó en el año 2000 y el cariño del público de Liniers lo llevó a ser uno más en una ciudad que ya adoptó como propia. Conocedor de la predisposición al trabajo y al esfuerzo de los integrantes de la misma, se ilusiona con regalarles a cada uno de ellos un triunfo para la historia: “Liniers es un club social, pero al mismo tiempo es uno de los más representativos de la zona. Tiene más de cien años y puedo decir que esperan por esta posibilidad desde hace muchísimo tiempo. Sabemos que los vamos a representar y queremos hacerlo de la mejor manera”.

Acosta afirmó que Liniers debe vivir el encuentro como una fiesta hasta que el árbitro pite el inicio del mismo. Desde el minuto cero, apuesta a la concentración total porque, según entiende, “un error nos puede costar caro y sabemos que estar abajo en el marcador hará todo irremontable”. Y agregó que “tenemos que estar metidos desde el minuto cero hasta el 95. Enfrentaremos a jugadores de mucha jerarquía y somos conscientes de que no nos perdonarán ningún error”.

Una vez finalizado el cruce, la ocasión será propicia para intercambiar camisetas, saludos, y por qué no, felicitaciones: “Si bien la mayoría somos hinchas de Boca, es un sueño tener enfrente a semejante clase de jugadores”. Sin embargo, expresó que “si los respetamos adentro de la cancha, lo vamos a pagar. Hay que agredirlos deportivamente. Sabemos que hay diferencias pero esa es la única manera de conseguir algo importante”.

Arriba