Capitán del equipo ante la lesión de Lucas Licht, Osvaldo Barsottini heredó la responsabilidad con eficiencia. Además de su habitual solvencia en la marca, el marcador central se impuso en el área rival para abrir el camino de la victoria ante Altos Hornos Zapla por la Copa Argentina. El triunfo clasificó a Gimnasia y Esgrima La Plata a 16avos. por segunda vez: espera por el ganador del cruce entre Unión de Santa Fe y Deportivo Armenio, con el objetivo de debutar en Octavos de Final.

“Era sumamente importante arrancar ganando en la Copa. Teníamos la obligación de comenzar con una victoria y, por suerte, pudimos pasar de fase. Sufrimos más de lo que debíamos”, destacó Barsottini, que aprovechó una peinada de Maximiliano Meza para vencer la resistencia de Gonzalo Vicente con un cabezazo certero. “Nos costó definir el partido, erramos varias situaciones y, lógicamente, el hecho de estar con una mínima diferencia mantiene al rival en partido. Creo que todas las ocasiones peligrosas estuvieron de nuestro lado”, agregó sobre la escueta diferencia en el estadio Antonio Romero de Formosa, ampliada sobre el final por intermedio de Nicolás Mazzola. El propio defensor falló una chance clara en la etapa final, con un frentazo desviado.

“Cada vez se le da mayor importancia a la Copa Argentina. El hecho de que Huracán haya sido campeón, aun estando en la B Nacional, genera tomar conciencia de su valor y el objetivo es llegar lo más lejos posible”, concluyó Barsottini. Sabe que Gimnasia necesita quebrar la racha de 22 años sin trofeos, después de consagrarse en la Copa Centenario. La competencia integradora, certamen en el que nunca logró dos triunfos consecutivos, le permite la posibilidad de sumar un título que lo devuelva al plano internacional con una participación en la Libertadores.