Fundado el 2 de octubre de 1930 en la localidad de San Nicolás, el club La Emilia nació en los alrededores de una fábrica textil y creció a partir del esfuerzo realizado por los empleados de aquel lugar. Con el paso de los años, la institución se afianzó, el lugar de trabajo en el que decenas de personas confeccionaban trajes desapareció, y el fútbol tomó un papel preponderante en la vida diaria de la institución, que durante aquellos años se ocupaba de obsequiarles ropa y accesorios a los futbolistas que visitaban el club para disputar algún encuentro amistoso. Participante de los torneos regionales durante gran parte de su historia, hace algunas temporadas recibió la invitación forman del Consejo Federal para disputar el Argentino B, y tras un descenso al Argentino C en 2013, volvió a la categoría y en pocas semanas tendrá el desafío más importante de su historia.

“El pueblo se revolucionó cuando se enteró de que íbamos a enfrentar a Vélez por Copa Argentina. Es algo increíble y queremos que viaje mucha gente a ver el partido”, destacó Oscar Bozzoletti, quien desde hace cinco años se desempeña como presidente de la subcomisión de fútbol de la institución. Su hijo Nicolás juega en la primera del equipo y él estuvo presente en el predio de AFA cuando se realizó el sorteo que determinó el rival de La Emilia para los 32avos. Él mismo cuenta los entretelones de un momento único: “Estaba sentado y detrás de mí tenía al presidente de Alianza de Coronel Moldes (Rubén Crespo). Cuando vimos que algunos clubes del Federal B enfrentaríamos a los cinco grandes mas Vélez, él me tocó la espalda y me dio una palmada. Los dos sabíamos interiormente que se venía algo único para nuestros clubes, que son muy humildes y trabajan a pulmón”.

Al ver que su equipo enfrentaría a Vélez, Bozzoletti lanzó un suspiro. Su procesión iba por dentro: “Sabía que no podía festejar, pero tuve una gran alegría al enterarme de que tendremos un rival con tanta historia. Será nuestro compromiso más importante y los jugadores saben que tienen que ir a ganar. Después habrá tiempo para las fotos”. Para el cruce, sueña con ver desde la partida a su hijo Nicolás, aunque sabe que la decisión sobre el once inicial pasará por el entrenador Rogelio Nardoni: “Sería lindo, pero un triunfo se asemejaría a una hazaña. La institución tiene por delante un desafío hermoso y no podemos dejarlo pasar”.

La Emilia de San Nicolás tiene al fútbol como disciplina principal, y más aún desde que el club recibió la invitación para disputar el Argentino B. Sin embargo, otros deportes como el vóley y el básquet también forman de la vida diaria de la entidad. Entre los futbolistas con pasado en el equipo que luego se destacaron, resalta el nombre de Abel Balbo, con quien Bossoletti tiene una relación cercana: “Cuando mi hijo se fue a jugar a Italia, nos recibió en su casa. Si bien él nació en Empalme Villa Constitución, se vino a Buenos Aires y vino a jugar con nosotros antes de irse a Newell’s”.

La institución que nació como consecuencia de la pasión por el fútbol de los empleados de una fábrica textil tiene por delante un sueño que podrá cumplir a través de las oportunidades que brinda la Copa Argentina. Con el instinto de supervivencia como máximo aliado, el conjunto de camiseta blanca y negra intentará escribir la página más gloriosa de una historia que ya lleva 84 años.