Matías Almeyda hizo de Banfield, un equipo gustoso para observar por su propuesta audaz y ofensiva. Para él, la agresividad y la búsqueda del arco rival son premisas que no se deben dejar a un lado. Sin embargo, así como siempre intenta ganar mediante la posesión y la presión constante, sus equipos tienen fallas defensivas que se producen como consecuencia de los espacios que la última línea deja ante cada cruzada ofensiva. Cuando mejore en ese aspecto, el Taladro dará el salto de calidad que se espera de un plantel con nombres de jerarquía.

Tras el paso en falso en el debut del Torneo de Primera ante Temperley, Almeyda buscará reducir al mínimo las falencias de un equipo que durante el primer semestre de 2015, también afrontará la Copa Argentina, certamen al que el entrenador siempre le prestó especial atención: llegó a Semifinales con River en la edición 2011/2012 y dirigió al Taladro en la 2012/2013 y 2013/2014. “A mí me gusta participar en este torneo y es una cuenta pendiente poder llegar a la Final. Debemos aprovecharlo como lo hizo Huracán, que hoy en día está en la Libertadores. Es un título más y no podemos descuidarlo”, afirmó el ex futbolista, quien ya sabe que el rival en los 32avos. de la competencia será Sol de América de Formosa. En caso de avanzar, chocará con el vencedor de Boca – Huracán Las Heras.

Campeón de la Copa Italia en tres oportunidades, Almeyda cree que pese a que el Torneo de Primera se extenderá durante todo 2015, ningún equipo podrá mantener la regularidad: “Los que consigan resultados de entrada podrán aprovechar el envión para mantenerse en los puestos de arriba de la tabla”. Y agregó que “en el fútbol se gana convirtiendo y nosotros no lo pudimos hacer ante Temperley. Trabajamos sobre nuestros errores pero sabemos que los que deben definir dentro del campo son los jugadores”.

Un 18 de febrero de 2009, Almeyda decidía volver al fútbol con la camiseta de Fénix, conjunto que en ese entonces militaba en Primera C. Se había retirado en 2005 tras jugar la Copa Libertadores con Quilmes, pero tomaba la determinación de retomar la actividad para darse una nueva oportunidad. Redondearía cuatro encuentros y dos expulsiones meses antes de concretar su vuelta a River, club al que llevó a Primera como entrenador. Seis años después de su regreso a las canchas, busca su destino detrás de la línea de cal como técnico de Banfield, conjunto al que también llevó a la máxima categoría.