Mi Copa Argentina

"Mentiría si dijera que no sueño con llegar a Primera"

Federico Domínguez tiene su primera experiencia como director técnico en Deportivo Armenio, equipo que viene de avanzar en la Copa Argentina al superar a Platense. El ex lateral de River, Vélez e Independiente destacó a su hermano en la consagración de Huracán y expresó cómo vivió la transición de jugador a entrenador.

Muchos de los ex futbolistas que hasta hace pocos años se destacaban en Primera División, realizan su primera experiencia como entrenadores en el Ascenso, más allá de que nunca hayan podido vivirlo desde adentro del campo de juego. Para ellos, una buena campaña en el fútbol de los sábados es la llave para abrir la puerta de las instituciones más importantes de la Argentina. En la era de la tecnología, su trabajo puede ser buscado y analizado en profundidad, algo que no ocurría hasta hace pocos años atrás. Federico Domínguez es un caso concreto ya que dirige desde mediados de 2014 a Deportivo Armenio, club al que llegó para realizar sus primeras armas.

“Mentiría si dijera que no sueño con llegar a Primera. Es donde más cómodo me sentí. No tengo dudas de que voy a cumplir el objetivo”, afirmó Domínguez. Navegó en la irregularidad con Deportivo Armenio, pero confía en un próspero 2015, con la Copa Argentina como uno de sus grandes objetivos: “Le ganamos un partido muy difícil a Platense. Haber cerrado el semestre con la clasificación fue importante. A este torneo le damos mucho valor porque sabemos lo que puede significar llegar a las instancias finales. Nuestro espejo debe ser Estudiantes de Caseros”.

Domínguez inició su etapa como director técnico tras disputar sus últimos encuentros en el fútbol uruguayo. Supo ser campeón con Vélez, Independiente, Nacional de Uruguay y Argentinos Juniors, y registra un paso por la Selección argentina cuando el entrenador era Marcelo Bielsa. Para él, el paso de futbolista a entrenador no fue traumático ya que tenía tomada la decisión de lo que haría post retiro mucho tiempo antes de abandonar la carrera como jugador: “Siempre quise ser cabeza de grupo, aunque está claro que todo lleva un proceso de adaptación. No es fácil, pero creo que con el tiempo me pude afianzar”.

La agresividad, el sacrificio y la solidaridad son tres aspectos que Domínguez no negocia para el armado táctico de sus equipos. Cree que sobre esas tres bases debe apoyarse Armenio para que los resultados lleguen: “Buscamos ser fuertes. Ante la pérdida de la pelota debemos reaccionar rápido. Creo que en estos meses mejoramos poco a poco pero todavía nos falta mucho para terminar de consolidarnos”. Y agregó que “algunos jugadores se irán, pero llegarán otros tantos que deberán adaptarse a nuestra idea”.

Su hermano ya sabe lo que es ganar la Copa Argentina ya que la consiguió con Huracán. Orgulloso de lo que consiguió Eduardo, destacó el esfuerzo que había hecho para sentirse importante: “Fue el capitán y creo que mucho de la consagración tuvo que ver con lo que él aporto”. Además, expresó que “se lo merece después de tantos años. Lograr un título siempre es lindo y reconfortante”.

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