43 años, 820 partidos, 26 temporadas como futbolista, 42 tantos convertidos y un sinfín de anécdotas y recuerdos que le quedarán grabados a fuego. La Copa Argentina le dio la despedida en el encuentro que su Central Ballester le ganó a San Martín de Burzaco por la Primera eliminatoria Grupo I. Decidido a que ese sería su último partido, eligió el torneo integrador para ofrecer su última función como jugador. Así, con un triunfo, se fue entre aplausos y un reconocimiento que le será eterno.

Luis Orquera le puso punto final a su carrera en el encuentro que Ballester ganó en su debut por la Copa 2014/2015. Sintió que era el momento y no lo dudó. De ahora en más, dividirá sus ocupaciones entre su trabajo como tapicero y su nuevo rol como mánager del equipo de Primera D. “Me fue cayendo la ficha a medida que pasaban los minutos del partido contra San Martín. No pude evitar emocionarme porque se me vinieron a la cabeza muchos recuerdos”, sentenció el ahora ex futbolista, quien afirmó que se concientizó de que era el momento de ponerle un punto final a su etapa como jugador a comienzos de 2014. La Copa fue, para él, el torneo y el contexto perfecto para oficializar su retiro definitivo: “Uno sabe que todo tiene una fecha de vencimiento. Si bien creo que todavía puedo hacer una pretemporada a la par del grupo, noté que me costaba la recuperación después de los partidos. Además, vengo sufriendo hace un tiempo por una fisura en el tobillo”.

Orquera quiere darle paso a los nuevos nombres y cree que de ahora en más, Ballester apostará a una renovación total. Él formará parte de la misma porque asumió como mánager y se encargará del armado del plantel versión 2015: “Van a llegar nuevas caras. Creo que el club lo necesita, tanto para jugar la Primera D como para afrontar la Copa Argentina, que es un certamen al que apostamos muy fuerte”.

Ballester pasó la primera prueba en la competencia integradora y el próximo año le deparará nuevos desafíos. Un par de triunfos lo pondrá por primera vez en la Fase Final y Orquera cree que el sueño es posible: “Ahora veo todo desde otro lado. Quiero que el plantel sea consciente de lo que significa esta Copa. Es la gran posibilidad de sobresalir y mostrarse”. Lo que sí tiene en claro el hombre de las mil batallas es que no volverá a jugar. Ni siquiera si el equipo arriba a los 32avos. y el destino lo cruza frente a un club de Primera División o B Nacional: “No corresponde que yo vuelva. Si pasan un partido más será por mérito de ellos, no mío. Yo apoyaré desde afuera”.