La nota con Sebastián Rincón desde la cámara del Sitio Oficial

Freddy Rincón está catalogado como uno de los futbolistas más representativos de la historia de Colombia. Disputó los Mundiales de 1990, 1994 y 1998, y defendió las camisetas de Palmeiras, Corinthians, Santos, Cruzeiro, Nápoli y Real Madrid, entre otros. Reconocido por su excelente técnica y su despliegue físico, dejó un legado familiar vinculado fuertemente al fútbol. Su hijo Sebastián también se inclinó hacia el lado de su padre y poco a poco empieza a ganarse su lugar en Tigre. Viene de marcarle un gol a Rosario Central, club al que enfrentará este miércoles, y es valorado por el nuevo entrenador Gustavo Alfaro, quien destacó su potencia y su capacidad de desequilibrio.

El joven de 20 años nacido en Cali quiere emular las proezas de su padre pero sabe que si bien el nombre es un punto que le juega a favor, las comparaciones son inevitables: “Sabemos que hay mucha gente que busca ver lo bueno y lo malo de cada uno para sacar conclusiones y ver si somos parecidos. Yo quiero hacer una gran carrera”. Además, cree que tienen características similares, pero que su intención es empezar a insertarse en el fútbol argentino sin tener que hacerlo bajo el ala de su principal maestro y ladero, quien siempre le inculcó que el sacrificio sería la piedra fundamental para empezar lograr un crecimiento pronunciado.

Sebastián Rincón llegó a Tigre a principios de 2014 y empezó a ganarse su lugar a fuerza de buenas actuaciones en la Reserva. Fabián Alegre le dio la oportunidad y Gustavo Alfaro le reivindicó la confianza en su debut como entrenador, ante Rosario Central. El colombiano respondió con un tanto y una actuación satisfactoria: no sólo por haber marcado, sino porque fue importante para generarse espacios y darle opciones de pase a sus compañeros. De ahora en más, sabe que su progreso dependerá de que mantenga los buenos rendimientos dentro del campo de juego: “Es importante que el entrenador me valore y me dé oportunidades. La confianza es lo más valorable para un jugador”.

La pura casualidad y el calendario harán que Tigre vuelva a jugar ante Rosario Central. Será este miércoles a las 15 en cancha de Instituto, por los Octavos de Final de la Copa Argentina. Rincón podría jugar desde el inicio y sus ganas de estar quedan evidenciadas desde el momento en que empieza a referirse a su rival: “Es un conjunto complicado, pero confiamos en nuestro potencial. Tenemos que estar mentalizados desde el minuto cero”. La motivación es aún mayor porque River se plantea como el desafío en la siguiente instancia. Sin embargo, Rincón plantea el concepto del partido a partido como aspecto clave para lograr la mejora esperada: “No pensamos en eso sino en seguir mejorando. Empezamos bien y deseamos seguir así. Veremos hasta dónde podemos llegar”.

Los futbolistas colombianos siempre han sido buscados por los clubes argentinos, y más aún desde la época en la que lograron destacarse Oscar Córdoba, Jorge Bermúdez, Mauricio Serna, Iván Córdoba, Mario Yepes y Juan Pablo Ángel, entre tantos otros. Rincón sueña con emular la carrera de ellos y con destacarse en un fútbol en el que su padre no logró jugar: “Quiero triunfar en un lugar al que mi padre no pudo llegar. Él siempre me remarca cosas y me dice que por sobre todas las cosas, nunca pierda el profesionalismo”.

Tigre ya está en Córdoba

El equipo dirigido por Gustavo Alfaro formaría de la siguiente manera: Javier García; Erik Godoy, Ignacio Canuto, Juan Carlos Blengio, Pablo Cáceres; Kevin Itabel, Joaquín Arzura, Gabriel Peñalba, Lucas Wilchez; Carlos Luna y Sebastián Rincón. Completan la delegación Nicolás Navarro, Ignacio Bonadío, Facundo Sánchez, Martín Galmarini, Facundo Bertoglio, Emiliano Ellacopulos, Walter Acevedo, Lucas Janson, Leandro Leguizamón y Pablo Vitti.