El destino se negó a darle a Bruno Centeno la posibilidad de asentarse en San Lorenzo, y como muchos otros, el arquero debió abandonar la institución para buscar su suerte en otro club. El Ascenso, herramienta siempre disponible para los futbolistas con poco lugar en clubes de Primera, le abrió las puertas y Almagro fue para él, la posibilidad de demostrar. Abandonó la institución de Boedo en 2011, en medio de un conflicto contractual que incluyó una tormentosa relación con la dirigencia, y tras tres años en el Tricolor, buscó un nuevo desafío.

Almirante Brown buscaba un arquero con recorrido en la Primera B Metropolitana tras un desenlace de la temporada 2013/2014 con la desgracia deportiva del descenso. Se había alejado Ezequiel Cacace y el entrenador Felipe De La Riva eligió rápidamente a su reemplazante. Centeno, quien buscaba un cambio, arribó a La Fragata y el destino lo pondrá frente a un desafío que no tenía en mente: su primer encuentro con su nueva camiseta será ante San Lorenzo, por los 16avos. de Final de la Copa Argentina.

“Es una prueba que tengo yo y mis compañeros para demostrar. Lo tomo como una revancha personal por todo lo que pasé. En lo grupal también será importante para demostrarnos que podemos lograr algo grande”, afirmó Centeno, quien no quiere desviarse del objetivo grupal pese a que sabe que enfrente tendrá a viejos conocidos. Comprende, también, que para Almirante Brown significará una gran prueba luego del golpe del descenso, además de lo que significaría una victoria en el aspecto económico: “Estamos muy unidos y me integré muy bien. Necesitaba darle un vuelco a mi carrera y creo que acá lo voy a poder hacer”.

La historia de Centeno en San Lorenzo comenzó en 2004, cuando tenía 15 años. Había estado una temporada en las inferiores de Boca tras llegar desde su Pinamar natal. Fue campeón en séptima y a los 17 años lo promovieron a Primera. Fue el arquero suplente de Sergio Romero en el seleccionado sub 20 campeón del mundo en Canada 2007, pero tras aquella experiencia, no todo se dio como él lo hubiese deseado. “Era suplente de Orión, pero cuando él se rompió los ligamentos, trajeron a Hilario Navarro y nunca tuve una chance. Se sucedieron un par de cosas y me terminaron apartando”.

Tras la salida, Centeno encontró contención en Almagro, club con el que estuvo cerca de ascender a la Primera B Nacional en la temporada 2012/2013, con Carlos Mayor como entrenador. Llegó a Almirante Brown y ya está enfocado en la prueba que tendrá el equipo ante San Lorenzo, por Copa Argentina: “Sabemos que están arriba nuestro pero eso no significa nada. Estamos muy motivados y comprometidos. Conocemos sus virtudes y defectos. Siendo inteligentes se puede crear algo lindo”.