El pasado domingo 15 de diciembre, Rodolfo D’Onofrio vivió la sensación de revancha. Cuatro años después de haber perdido solamente por seis votos la elección ante Daniel Passarella, se imponía de manera contundente (obtuvo el 55,8% del sufragio) y era el nuevo presidente de River, club del que es hincha y socio vitalicio. Su misión era, además de reencauzar el rumbo de una institución devastada económicamente, devolverle el prestigio a un equipo que, en 2011, tocó fondo al descender por primera vez en su historia. Por lo pronto, en su campeonato de estreno, ya dio un paso significativo: el Millonario se quedó con el trofeo del Final 2014 y cortó una racha de seis años sin títulos. La historia podría repetirse una semana más tarde, si consigue derrotar a San Lorenzo en la Superfinal que se disputará en San Luis.

“Contra San Lorenzo será un partido muy importante porque es un gran equipo, lo demostró en la presente edición de la Libertadores (jugará las Semifinales ante Bolívar de Bolivia). Se ha afianzado y está armado. Se dará un encuentro más que interesante contra un club con dirigentes amigos”, sostuvo D’Onofrio acerca del rival de turno en busca del 36º título profesional para River. “Además, nosotros vamos a tener bajas importantes como las de Teófilo y Eder, que son pilares importantes del equipo. Espero que Mercado juegue, porque si no sería otra ausencia destacada”, agregó con relación a Gutiérrez y Alvarez Balanta, convocados a la lista preliminar de Colombia para el Mundial de Brasil, y el lateral derecho, que finalmente fue desafectado de la lista argentina y podrá estar en el encuentro que se jugará en San Luis.

Rodolfo, próximo a cumplir 70 años, es el principal exponente de una Comisión Directiva que trabaja para que River vuelva a tener la impronta característica durante la mayor parte de su historia. “La dirigencia, junto con todos los socios e hinchas, le dio al equipo tranquilidad, confianza y la organización de todo el entorno. Nuestra función fue darles a los jugadores el respaldo necesario para que sólo se ocupen de salir a ganar. Por suerte la consecuencia de ese proceso fue el título”, destacó.

“Haber quebrado la racha sin títulos significó la felicidad de todos los hinchas de River. Es una alegría importante después de todo lo que vivimos en estos seis años con muchos sinsabores, en especial uno terrible (el descenso a la B Nacional en la temporada 2010-2011), así que es un logro que esperábamos hace tiempo”, cerró D’Onofrio, compenetrado con la causa de devolver al conjunto de Núñez a los primeros planos. Después de coronarse en el Inicial, la Superfinal es el siguiente paso hacia la recuperación definitiva.