La nota con Julio Olarticoechea

Campeón del mundo en México 1986, futbolista con pasado en Boca, River y Racing y baluarte del seleccionado argentino. Julio Olarticoechea tiene pergaminos de sobra para opinar sobre los temas futbolísticos del momento. Consultado sobre lo que genera la Copa Argentina, dio el visto bueno y también se refirió al encuentro decisivo que el próximo miércoles desde las 20.10 deben jugar en Catamarca Arsenal y San Lorenzo.

“Esta Copa es muy importante porque compiten instituciones que por lo general no figuran. Esta bueno que se televise para mostrarse ante el país”, expresó Olarticoechea, quien también disputó con la Selección los mundiales de 1982 y 1990. Saboreó la gloria en 1986 de la mano de un genial Diego Armando Maradona e inscribió su nombre tras los pasos por tres de los cinco grandes de la Argentina.

Olarticoechea vivió su carrera en la Argentina como futbolista de equipo grande. Analítico, resumió sus pensamientos tras las eliminaciones de los tres conjuntos más representativos en los cuales estuvo: “Que hayan quedado afuera Boca, River y Racing te da la pauta de cómo está este deporte en nuestro país. Se emparejó en lo táctico y los futbolistas del Ascenso pueden sacar ventaja porque se potencian al enfrentar a los jugadores que ven por televisión; ese es el detalle para que las fuerzas se equiparen".

“La Final va a ser pareja. Chocarán dos estilos muy diferentes", confesó Olarticoechea, quien amplió su concepto con un análisis de los conjuntos que definirán la Copa Argentina: “Arsenal tiene un sistema muy aceitado y puede complicar desde sus virtudes. San Lorenzo siempre propone y tiene jugadores de mucha calidad”.

El Vasco está ligado a los seleccionados argentinos y sueña con que el Mundial de Brasil sea el de la consagración definitiva: “Tenemos al mejor futbolista del mundo y hay individualidades muy importantes. Ojalá se nos dé”. Además, resaltó el trabajo de Alejandro Sabella y confía en que el conjunto nacional vuelva a obtener un título tras 21 años (el último fue en la Copa América 93).