Pese al dolor que sentía en su rodilla derecha, causado por un golpe en el segundo tiempo, Néstor Ortigoza asumió la responsabilidad de ejecutar el primer penal de San Lorenzo en la definición ante Estudiantes de Buenos Aires. El mediocampista central se paró recto a la pelota, inclinó levemente su cuerpo y remató hacia la izquierda de Martín Ríos. De esta manera, decretó el 1-1 parcial de una serie que finalizaría 5-4 para el conjunto dirigido por Juan Antonio Pizzi y le daría el pase a la Final de la Copa Argentina Sancor Seguros.

“La realidad es que sufrimos. Fue el penal más difícil de mi carrera, en el que más miedo tuve”, sostuvo Ortigoza en Tiempo Extra (TyC Sports). El volante nacionalizado paraguayo, que disputó el pasado Mundial con esa selección, retornó a San Lorenzo para esta temporada, tras un año en Emiratos Árabes Unidos.

De 28 años, Néstor reconoció las dificultades físicas que padeció en los instantes finales del partido: “No estaba bien de la rodilla, pero era la Semifinal. Aunque Pizzi me preguntaba cómo me sentía, había entrado a los 23 minutos del segundo tiempo y no sabía si pedir el cambio o quedarme en cancha. Por suerte salió perfecto”.

“Le decía a (Enzo) Kalinski que corriera para todos lados, yo no podía, ja. Me costaba mucho moverme”, agregó Ortigoza, que finalizó la noche en Chaco con una notoria inflamación en la rodilla derecha. “Cuando terminó el partido, rengueaba y me saqué la canillera para que me pese menos. Aunque se me seguía hinchando, me ofrecí a patear primero. Costó caminar desde la mitad de cancha”, describió aquel momento. Pese a la lesión, pudo estar presente en el encuentro contra Colón, por el Torneo Inicial, y fue una de las figuras del 2-0 que dejó a San Lorenzo en la segunda posición del certamen.

Luego de comparar al penal ante Estudiantes (BA) con el remate que ejecutó en la Promoción de 2012 contra Instituto (“También fue duro, pero este fue el que más peso generó de todos”), Ortigoza resaltó la importancia que tuvo haber superado esta instancia y meterse en la Final: “Si erraba y quedábamos afuera, me moría. Yo sabía que no estaba al 100 por ciento, pero tenía la presión de convertir. Se dio y ya estamos en la definición”.