“Tucumán es una provincia que respira fútbol en cada lugar. Los días de clásico son momentos únicos, la gente está expectante hasta el momento en que parte hacia la cancha. Tuve el privilegio de vivirlo en varias oportunidades, ya sea como jugador o como técnico. Los encuentros entre Atlético y San Martín son especiales, se asemejan solamente con un Boca-River”. Carlos Roldán, autor de esta frase, habla con conocimiento de causa. Hace dos semanas inició su cuarto ciclo como entrenador del Santo, y ya le aportó su experiencia a un equipo que traía un rumbo irregular en el torneo Argentino A. Con dos triunfos y un empate, aseguró la clasificación al Undecagonal que define el primer ascenso, y consiguió cambiar el ánimo de sus dirigidos con vistas al trascendental encuentro de 24avos. de la Copa Argentina Sancor Seguros ante el Decano, rival de toda la vida, que se jugará el miércoles a las 18 en el estadio Monumental José Fierro.

“Me acuerdo que los últimos clásicos que dirigí se dieron en el torneo Argentino A de la temporada 2005-2006. Ganamos de local (2-0, goles de Villalba y Vera) y empatamos de visitante. El primero fue impresionante, se jugó a la mañana y la gente llenó el estadio. Por suerte le pudimos devolver el aliento con un gran triunfo”, rememora el director técnico. Aquella temporada terminaría con San Martín consiguiendo el ascenso a la B Nacional, después de vencer a su par mendocino en la Promoción. “Es muy importante que se vuelva a jugar un partido tan trascendente, más con el contexto que tiene”, agregó.

Roldán hizo un análisis del rendimiento del equipo desde su llegada: “Estamos mucho mejor que cuando llegué, los jugadores captaron la idea rápidamente y logramos los resultados necesarios para asegurar la clasificación a la próxima fase”. En similar medida, destacó el trabajo hecho por su colega Ricardo Rodríguez en Atlético: “Es un entrenador pícaro, al que le gusta proponer en todas las canchas. Dispone de un plantel bárbaro, y le impuso su fisonomía. Va a pelear por el ascenso a Primera”.

En la temporada pasada, Carlos participó de la Copa Argentina cuando dirigía a Atlanta. Si bien no se le dio el resultado (cayó 2-1 ante Quilmes en Catamarca, por 16avos), el entrenador apoyó la llegada del certamen federal: “Tiene una gran organización, y es importante para los equipos del Ascenso, que pueden llegar a enfrentarse a rivales superiores”. También se refirió a la oportunidad de jugar contra Estudiantes de La Plata, siempre y cuando logren la victoria en el clásico: “Sería una linda oportunidad, pero hay que tomar conciencia del lugar que ocupamos. En muchas oportunidades, los triunfos ante equipos de mucha jerarquía te confunden y te sacan del foco principal”.

“San Martín es una institución con mucha historia, cada año lo único que sirve es poder pensar en los primeros puestos y aspirar al ascenso. Es similar a lo que ocurre con Talleres de Córdoba, ya que los dos equipos juegan con 15 mil personas por partido. Te lleva a apuntar siempre por lo máximo, así que tanto los jugadores como el técnico debemos estar mentalizados para lograrlo”, concluyó el Negro, consciente de que debe devolver al Santo a los primeros planos. El clásico ante Atlético es una significativa oportunidad para iniciar el camino hacia los grandes logros.