Más allá de brindarle la oportunidad de cortar una racha de 23 años sin títulos, la consagración en la Copa Total Argentina clasificó a Rosario Central para disputar la siguiente edición de la Libertadores (integrará la zona H con Gremio de Brasil, Universidad de Chile y un integrante a confirmar) y la Supercopa Argentina. Esa última competencia lo tendrá como rival de Boca, que accedió a partir del bicampeonato en la Superliga. El último antecedente entre ambos correspondió a la Superliga y finalizó con empate 0-0 en el estadio Alberto J. Armando.

Rosario Central jugará la Supercopa Argentina 2018 tras haber obtenido la Copa Total Argentina. La consagración le permitió quebrar una racha negativa de tres definiciones en la competencia integradora. Huracán lo venció por penales en la temporada 2013-2014, Boca lo derrotó por 2-0 en la edición 2014-2015 y River, en una Final épica, le remontó el marcador para ganarle 4-3 en la 2015-2016. De esta manera, el Canalla logró su séptimo título con relación a certámenes de este estilo. El anterior había sido hace casi nueve décadas en la Competencia Asociación Amateurs de 1920.

La clave del logro del conjunto drigido por Edgardo Bauza radicó en su fortaleza en los penales: eliminó por esta vía a Talleres de Córdoba, Almagro, Temperley y Gimnasia La Plata (en 32avos goleó a Juventud Antoniana de Salta y se dio el gusto de superar a Newell's en el clásico correspondiente a Cuartos de Final). Tuvo como máximas figuras al arquero Jeremías Ledesma, quien contuvo cinco remates entre las distintas series, y al delantero Fernando Zampedri, que sumó cuatro tantos y les anotó a la Lepra y al Lobo. Cabe destacar también el aporte de Germán Herrera, fundamental en el clásico por sentenciar la apertura del marcador. El experimentado punta quedó como máximo referente del plantel después de la salida de Marco Ruben, que se alejó de la institución después del título para jugar en Atlético Paranaense de Brasil.