“Me parece que la Copa Argentina puede generar un cambio drástico en los equipos humildes que desde hace mucho esperan una oportunidad como ésta. Creo que lo más importante del certamen es que no es necesario que las instituciones provinciales de categorías más bajas ganen el torneo para ser reconocidos. Un gol importante, un triunfo o el hecho de eliminar a clubes de mayor historia pueden generar un vuelco en su vida”.

Pocos hubiesen imaginado que con 37 años, al mundialista Leonardo Franco se le presentaría la posibilidad de disputar la Copa Argentina. Campeón de la Copa del Rey 2002/2003 con Mallorca de España, decidió retornar al país tras 17 años en el fútbol europeo. San Lorenzo le abrió las puertas tras la ida de Cristian Álvarez al Rayo Vallecano y el arquero le cuida las espaldas a Sebastián Torrico. Este miércoles a las 19, el hombre que supo jugar Cuartos de Final de Alemania 2006 ante el anfitrión tendrá la gran chance de demostrar. Edgardo Bauza le dará la posibilidad frente a Defensa y Justicia y Franco intentará responder para hacer olvidar, al menos por 90 minutos, la figura inmaculada del arquero campeón de la Copa Libertadores.

La Copa Argentina volverá a oficiar como el torneo del debut para un arquero de San Lorenzo. En la edición 2012/2013 le tocó al mencionado Torrico, quien comenzó ante Deportivo Morón una historia que conoció de muchos capítulos para destacar. Aquella tarde contuvo dos penales e inició una etapa de profundo amor mutuo con el público. Este miércoles, Franco buscará emular la proeza, ya en el final de su carrera.

Franco se confesó como un admirador de la Copa Argentina. Nacido en la localidad de San Nicolás, admitió su simpatía por Defensores de Villa Ramallo, conjunto del Argentino B al que el arquero siempre soñó con ver en la Fase Final de la competencia. A principios de octubre de 2011, cuando la primera edición del torneo integrador daba sus primeros pasos, el ex Mallorca le contaba al Sitio Oficial que la ciudad vivía una revolución ante la participación del equipo en el torneo. Casi tres años después de aquella confesión, le tocará participar en el certamen.