Acassuso debió prescindir de los servicios de Fabián Nardozza tras un segundo semestre de 2013 en que el equipo no pudo despegarse de la parte baja de la tabla. Con la salida del ex entrenador de Estudiantes de Buenos Aires, se produjo el arribo de Walter Otta, quien al igual que su antecesor, también cuenta con una historia rica en la Copa Argentina: condujo a Villa Dálmine a los 32avos. de Final de la edición 2011/2012 y llegó a enfrentar a San Lorenzo en Catamarca. Siempre acompañado por Félix Benito, renovó los aires del Quemero e hizo su estreno oficial con un triunfo ante Fénix, por la Fase Inicial Metropolitana III del torneo integrador.

“Por ser el primer partido del año, tuvimos un buen rendimiento. Para mí fue emocionante porque era el debut y ganamos con contundencia. Se vio reflejado lo que hicimos en la pretemporada”, expresó Otta, quien hasta el momento sólo había dirigido a Villa Dálmine, equipo en el que asumió en 2010 tras retirarse de la actividad con la camiseta de Fénix.. Contó que su mayor logro fue haber ascendido a la B Metropolitana con el conjunto de Campana en 2012 y afirmó que "se pueden pelear los dos torneos. En esa temporada fuimos campeones y también llegamos a la Fase Final de la Copa. Si regulamos los esfuerzos y somos conscientes de lo que nos jugamos, estaremos a la altura en las dos competencias”.

Durante su etapa como futbolista, Otta tuvo pasos por Alemania, Chile, Inglaterra, Honduras, España, Portugal, Ecuador, Perú y Canadá. Sin embargo, tiene el corazón ligado a Villa Dálmine, equipo con el que consiguió un ascenso como entrenador, y en el que tuvo dos etapas como jugador. Logró sacarlo de la Primera C, dejó al club en la tercera categoría y aceptó la propuesta de Acassuso. Ahora, se enfoca en su nuevo desafío: “Nos haremos duros si aprovechamos nuestras chances. Tenemos jugadores de buena estatura y sólo tenemos que soltarnos”. Y agregó que “debemos tener más profundidad y mayor tenencia de pelota”.

Otta no tuvo la oportunidad de jugar en Primera División y vivió la noche del 23 de noviembre de 2011 con mucha emoción. Catamarca fue testigo del primer partido de un equipo grande en la provincia por Copa Argentina y Villa Dálmine se transformó para aquel San Lorenzo dirigido por Esteban González en un adversario difícil de superar. La derrota por 2-1 no opacó la actuación de un conjunto que no logró sostener la ventaja conseguida por Julio Navarro. “Ese viaje fue inolvidable en todo sentido. Para nosotros, que recién arrancábamos, y para la gente. Metimos casi mil personas y nos tocó quedar afuera injustamente. Ojalá que me pueda tomar revancha con Acassuso”.