Hilario Bravi sabe que el sueño arrancó de cero nuevamente. La actuación en la pasada edición de la Copa Argentina fue satisfactoria pero Gimnasia de Entre Ríos tiene por delante otro objetivo. Ya es mirado de otra manera por sus rivales porque todos saben que el conjunto de Concepción del Uruguay supo codearse con los grandes y sólo fue superado por San Lorenzo.

De ahora en más, la mira está puesta en la edición 2013/2014 de la Copa Argentina. El primer paso fue satisfactorio porque Gimnasia venció 2-1 a su coterráneo Juventud Unida y accedió a la Fase Inicial Regional I. El entrenador le contó al Sitio Oficial que siente satisfacción ante la nueva oportunidad que le brinda la Copa.

- Después de haber llegado a Cuartos en la Copa, debe existir mucha ilusión.

- Tomamos la Copa de otra manera por lo que hicimos en la edición pasada. Tenemos otra obligación y debemos hacer lo posible para volver a dejar el nombre de Gimnasia bien arriba.

- Cómo toman los jugadores la nueva participación en la Copa?

- Ya le agarraron el gustito porque el plantel actual es el que jugó ante San Lorenzo en Chaco. Hay una posibilidad de ser más de lo que fuimos y no queremos desaprovecharla. Esto es fútbol y puede pasar cualquier cosa.

- ¿Se puede repetir lo hecho en la Copa pasada?

- Estaríamos haciendo futurología, pero la motivación de la gente nos lleva a pensar que estamos en condiciones de repetir. Recuerdo como si fuera hoy cuando volvimos a Entre Ríos después de ganarle a Tristán Suárez. El día de mañana, la gente sabrá que este club hizo historia.

- ¿En lo personal qué significó para vos lo hecho en la Copa pasada?

- Se me cruzan por la cabeza un montón de recuerdos porque teníamos la obligación de hacer un buen papel y cumplimos con creces. El objetivo era salvarnos del descenso y la Copa no sólo nos dio aire en lo deportivo, sino también en lo económico.

- ¿Los rivales los miran de otra manera?

- Si debo decir algo negativo de lo que pasó con nosotros en la Copa, es que los rivales se nos empezaron a meter atrás y nos cuesta convertir. Se aprovechan de nuestra desesperación.