Sed de revancha es lo que le sobra a Deivis Barone. Todavía trabaja en su cabeza aquella noche del partido ante Racing en Catamarca, cuando Atlético Tucumán estaba a pocos minutos de llevar a la Academia a los penales y un error suyo terminó dándole la victoria al equipo dirigido por Luis Zubeldía. “Hasta ese momento, creo que era la figura. Había sacado todo pero me tocó vivir esa desgracia”.

Le sobran los desafíos al defensor uruguayo que juega en el Decano desde el 2009. El destino le podría deparar un clásico ante San Martín y Barone ya lo palpita pese a que antes deben superar a Gimnasia de Jujuy en la Preclasificación: “Siempre se vive de manera especial que se den este tipo de enfrentamientos. Por suerte, a mí suele irme bien en los partidos con San Martín”, afirmó, como para agregarle un condimento más al clásico que podría darse en los 24avos. ¿Cómo le fue a él? Estuvo en los dos partidos disputados por la B Nacional y jugó otros cuatro por amistosos preparatorios; redondeó dos ganados, tres empatados y uno solo perdido.

“Con este partido cambia la provincia. Acá (por Tucumán) se siente un amor increíble por el fútbol. Tratamos de aislarnos por todo lo que se genera, pero en la provincia se vive como la final del mundo”, afirmó Barone, firme defensor, con voz de mando, que se considera referente de la institución por los años de trayectoria y por las características innatas que lo han transformado en uno de los líderes del plantel: “Lo asumo y me gusta. Me preocupo por cómo están todos, hablo y los aconsejo”.

Plaza importante si las hay, Tucumán no tiene la suerte de contar con un equipo en Primera División pese a que San Martín y Atlético estuvieron en la máxima categoría hace pocos años (el Santo en la temporada 2008-2009, y el Decano en la 2009-2010). Barone, ex Instituto y River de Montevideo, quiere ver a los dos en la A: “Sería algo impresionante por la gente que tienen. Aunque Atlético tiene un poco más (risas)”.

“Para mí, esta Copa será una revancha”, manifestó Barone, quien estuvo en aquella noche fatídica ante Racing. “El jugador de fútbol es el único que puede entender una situación así. Por suerte, soy muy fuerte de la cabeza”, concluyó.