En busca de otro batacazo
Lamadrid ya dejó en el camino a un grande de la categoría como Nueva Chicago y ahora se medirá contra Arsenal en Salta. Hace cuatro meses estaba en Primera C y actualmente se encuentra en la B Metropolitana y entre los 64 mejores del fútbol argentino.
General Lamadrid brindó una de las grandes sorpresas de la Copa Argentina al eliminar en la Cuarta eliminatoria a Nueva Chicago, uno de los equipos con más hinchas en la divisional. El encuentro se jugó el 5 de octubre en el Enrique Sexto, estadio donde el Carcelero volvió a actuar como local hace pocas fechas, y terminó con una histórica victoria por 2 a 1 a partir de los goles de Nicolás Pizarro y Gastón Viqueira (Julio Serrano había marcado el empate parcial). En los 32avos. de final, el rival del cuadro de la B Metropolitana será Arsenal de Sarandí.
El equipo es dirigido por Jorge Franzoni, un ex delantero de 55 años que supo festejar más de 200 goles en el Ascenso y que hace más de una década dirige en la categoría. Guió al club en la magnífica campaña de la temporada pasada, que tuvo a Lamadrid como campeón de Primera C. El Pato tuvo dos etapas y dos ascensos en el conjunto de Villa Devoto (el anterior en 1998, también a la B Metropolitana), además de entrenar a Defensores Unidos de Zárate, Talleres de Remedios de Escalada, Barracas Central, Laferrere y San Miguel.
Dock Sud fue el primer rival de Lamadrid en la Copa Argentina, por la Segunda eliminatoria, el 20 de septiembre. Empataron 1 a 1 y el equipo de Franzoni venció 5 a 4 por penales. Aquel partido, el Pato puso jugadores que habitualmente integran el banco de los suplentes. Sucede que en el Ascenso no hay partido preliminar de la Reserva y muchos futbolistas del plantel sólo practican fútbol en el entrenamiento semanal. “La Copa ayuda mucho porque podemos alternar las formaciones y hacer jugar a los que no lo hacen por el torneo. Es un muy buen complemento”, afirma el DT, que buscará dar otro batacazo en los 32avos. de final. El segundo encuentro de Lamadrid en el certamen federal fue ante Chicago por la Cuarta eliminatoria, ya que la Tercera fase sólo la disputaron los equipos de la Zona Interior.
Después de ascender a la Primera B Metropolitana, Lamadrid inicio su camino con algunos altibajos, pero Franzoni cree en la levantada: “Fue clave volver a nuestro estadio. Si bien la Copa Argentina queremos jugarla porque económicamente nos ayuda, la prioridad es mantener la categoría. Es muy difícil ganarnos en Devoto. Los rivales entran al Enrique Sexto y lloran porque esa cancha es infernal”.
Los hermanos Pablo y Rodrigo Mannara cuentan con experiencia en Primera División y decidieron aceptar la oferta del presidente Pablo González Cribari para ser parte del proyecto de Lamadrid en Primera C. Lamentablemente, Rodrigo sufrió la rotura del ligamento y los meniscos de su rodilla derecha, deberá ser operado en las próximas semanas y estará varios meses inactivo. “Mi hermano aportaba mucho al equipo pero de todas formas el grupo está bien. Los más experimentados hacemos un gran esfuerzo para que el plantel esté contento”, afirma Pablo, que en Primera División vistió las casacas de Lanús, Olimpo, Quilmes y Nueva Chicago.
Este referente de Lamadrid, espera con ansias el choque con Arsenal. “Aunque lo principal es mejorar en el torneo local, somos un equipo de barrio que intentará seguir avanzando en la Copa. Queremos sacar chapa y jugar contra Arsenal. Ojalá nos toque ganar. Nos agrandamos en las difíciles. Y sería una experiencia muy importante para los más jóvenes”, agrega el mediocampista ofensivo del conjunto de Devoto.
Para Leandro Vittori, vicepresidente del Carcelero, la fantasía de enfrentarse con los más poderosos y llegar a la final del certamen federal no tiene escalas. “Ahora empieza la Copa. Estamos expectantes por lo que vendrá. Lamadrid debe redoblar sus esfuerzos porque el título está cada vez más cerca y la importancia de los partidos será cada vez mayor”, dice uno de los dirigentes que la temporada pasada festejó el título de Primera C y que no quiere dejar de soñar.
En cuanto a la formación táctica, el Pato Franzoni suele emplear una línea de cuatro defensores, tres mediocampistas, dos mediapuntas por las bandas y un delantero central. Alejandro Granero es el arquero titular y Martín Zurlo el suplente. Nicolás Pizarro, Eduardo Pérez o Alberto Martínez, Matías Genero y Manuel Ledesma suelen repartirse la defensa. En el centro del campo actúan habitualmente Pablo Mannara, Matías Veloso, Matías Giménez o Joan Giunta, el hijo de Blas, director técnico de Almirante Brown. Y la ofensiva está a cargo de Gastón Viqueira, Leonardo Ramos y Abel Flegenal.
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