NOTICIAS

Resurgió de las cenizas

Sportivo Belgrano image1 Sportivo Belgrano image2 Sportivo Belgrano image3 Sportivo Belgrano image4

Ocho años atrás, Sportivo Belgrano de San Francisco era un club que se mantenía a duras penas y solamente competía en la Liga local. Hoy, en cambio, disfruta de un presente auspicioso: pasó a Almirante Brown, está entre los 32 mejores de la Copa Argentina y enfrentará a River el próximo 6 de marzo.

Hasta 2003, Sportivo Belgrano de San Francisco era una institución que militaba en la Liga local de Córdoba. La falta de presupuesto era una traba para el Verde, que se encontraba en múltiples dificultades económicas para seguir compitiendo. Ahí fue cuando la Comisión Directiva tomó la crucial decisión de privatizar el club, motivo por el cual se hizo cargo la empresa Balón S.A., manejada por Carlos Granero. Este hecho marcó un resurgimiento para el equipo que, paulatinamente, fue creciendo con el correr de las temporadas hasta lograr el histórico ascenso al Argentino A en 2009. Hoy en día, la institución cordobesa delira por el pase a los 16avos. de final de la Copa Argentina, tras vencer a Almirante Brown en los penales. Su rival será nada menos que River, club al que enfrentará el próximo 6 de marzo.

La victoria en la Promoción ante Gimnasia de Mendoza acentuó el crecimiento de Sportivo, ya que la llegada al Argentino A le posibilitó el ingreso de nuevos sponsors, así como también le produjo un aumento en la cantidad de socios. Esta situación generó la chance de incorporar refuerzos de primer nivel, como Juan Pablo Francia, de exitoso paso por el país galo. La labor futbolística siguió siendo destacada. El año pasado, el conjunto dirigido por Daniel Primo se quedó en las puertas de un nuevo ascenso (quedó quinto en la fase final). Esta temporada, por su parte, también tuvo un comienzo auspicioso.

Pese a un irregular arranque en el campeonato local (nueve puntos en siete encuentros, que lo ubican en mitad de tabla), el equipo cordobés consiguió el objetivo de avanzar a los 32avos. de final de la Copa Argentina. Su primer partido fue en la Tercera eliminatoria (empezó el torneo una fase adelantado por haber jugado la final del Reducido para ascender), donde goleó a 9 de Julio de Morteros por 4-2. Luego, se cruzó con Douglas Haig de Pergamino, en un encuentro muy cerrado que se abrió cuando Francia sacó un inatajable remate de media distancia para poner el 1-0 definitivo.

También se expresó Juan Manuel Aróstegui, un delantero que salió de las Inferiores de Boca y recaló en el conjunto de San Francisco tras pasar por varios equipos sin mayor trascendencia. “Fue un importante paso para nuestro club porque haber conseguido esta clasificación es un premio a tanto esfuerzo realizado en la semana. Ahora vamos a seguir trabajando para buscar continuar en la Copa. Luego del partido con Brown, demostramos que tenemos equipo como para seguir avanzando".

“Este es un premio interesante que nos sirve para continuar las remodelaciones en el club, además de tener a todo el plantel al día. Además, sirve para revalorizar a los jugadores de cara a una futura venta”, expresó Oscar Damiá, dirigente del conjunto cordobés. En similar sintonía habló el técnico del equipo, Daniel Primo, de gran pasado por Belgrano de Córdoba: “Le ganamos a uno de los mejores conjuntos del Nacional B. Estoy orgulloso de los jugadores".

El nombre de Sportivo Belgrano, club fundado en 1914 por un grupo de jóvenes de San Francisco, fue un homenaje al prócer que, entre varios hitos realizados, creó la bandera nacional. De todas maneras, el equipo recién se hizo conocido en el mundo futbolístico durante la última década, ya que anteriormente sólo había disputado el torneo cordobés. Su estadio es el Oscar C.Boero, que se inauguró en 1937, tiene una capacidad de 9.200 espectadores y se ubica en el Barrio Alberione.

River se avecina como el próximo adversario de este humilde conjunto cordobés. En caso de pasar de ronda, Sportivo Belgrano estaría construyendo la hazaña más importante de su historia. Será de cuestión de esforzarse y convencerse de que el gran sueño puede hacerse realidad.

Arriba