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Abán alegra a Olavarría

Gonzalo Abán

Gonzalo, el ex River de 24 años, juega en Racing de Olavarría y convirtió el primer gol de la victoria de su equipo por 3-1 ante Huracán de Tres Arroyos. Con pasado en la Sub 20, el delantero quiere hacer historia en el Chaira y en la Copa Argentina.

La noche en Tres Arroyos, se hizo día en Olavarría. Racing derrotó a Huracán por 3-1 y se ganó el derecho a jugar con los grandes del país en la Copa Argentina. La crónica pura dirá que el Chaira, con el triunfo parcial hizo su juego, sufrió un descuento, pero pudo liquidarlo y así festejar en una de las jornadas más significativas de su historia.

La suerte de Racing empezó a mostrar credenciales, paradójicamente, a los 17 minutos del complemento. El hombre que señaló el camino por donde ir, fue el riojano Gonzalo Abán. El goleador nacido y criado en River, satisfecho por la tarea cumplida, dio detalles de la apertura del marcador: "José Michelena desbordó por izquierda, mandó un centro que bajó en el segundo palo, dio en el arquero, pegó en el travesaño, agarré el rebote y crucé el remate". En medio de los festejos, el delantero que supo formar parte de la Selección Sub 20 que clasificó al Mundial 2007 y a los Juegos Olímpicos 2008, agregó: "Fue una de las noches más felices de mi carrera. En la charla previa nos juramentamos que podía ser un partido histórico para nosotros, la institución y para la ciudad. La alegría compensa el cansancio de los viajes y los partidos seguidos".

Honrando la nueva oportunidad que se le presenta en Racing de Olavarría, Abán miró para atrás con nostalgia y confesó: "Después de no poder quedarme en River, decidí irme a Argentinos. Creo que tomé una buena decisión aunque empezaron las lesiones. Buscando continuidad me fui a Ferro. Tuve problemas de rodilla, me operaron de meniscos y, entre una cosa y otra, estuve un año y medio sin jugar". Sin respuestas emocionales, más de una vez, pensó en largar el fútbol. "Llegaba a mi casa y sólo quería convencer a mi mujer Ana Inés para volver a la La Rioja. Si no fuera por la fe y la fuerza de mi mujer y mi hijo Gonzalo, ya no estaría jugando al fútbol. Ellos me sostuvieron y me mantuvieron con ganas de seguir".

Sin pasar inadvertida la noche épica de Racing en la Copa Argentina, Abán volvió sobre sus pasos y justificó su presente, analizando el pasado: "Hoy estoy disfrutando de jugar al fútbol. Hoy tomo cada partido de otra manera. Para mí fue todo muy difícil. Cuando debuté en River había muy buenos jugadores, el club no estaba bien y se sentía la presión". Triste con el descenso del Millonario a la B Nacional, el ex River agregó: "Sufrí mucho con la pérdida de la categoría. Recuerdo que estaba en La Rioja y cuando vi a mis compañeros llorando, se me escaparon un par de lágrimas. A mí River me dio todo. Hasta que no lo vi frente a Chacarita, no caí".

Lejos del potencial y poderío exhibido por el Club Social y Deportivo Loma Negra de Olavarría en el inicio de la década del 80, este Racing, hoy entre los 64 mejores equipos del país, se sostiene en base a un grupo humilde de directivos. Los socios del silencio de este dulce presente del Chaira, empeñan parte de su vida familiar, en pos de mantener el honor del fútbol de ciudad en alza.

Repasando la historia moderna de la institución, el vicepresidente, Rubén Novillo, confesó que la clasificación lograda solo se puede comparar con el ascenso al Argentino A conseguido en Pergamino frente a Juventud en la temporada 2004-2005. Luego de un paso sin gloria por la categoría al final del torneo, descendió nuevamente al Torneo Argentino B. Actualmente, el club bonaerense está en el Argentino A, tras el ascenso alcanzado el año pasado.

La época del renacimiento vuelve a golpear la puerta del fútbol de Olavarría y de Abán por igual. Los dos protagonistas saben que para volver a ser, primero hay que saber sufrir.

 

 

 

 

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