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Color y fiesta en una noche inolvidable de Copa Argentina

Racing y San Lorenzo dieron un espectáculo único en el encuentro de este jueves, que dio como ganador a la Academia por 2-1. Más de 30 mil personas coparon el estadio Ciudad de La Plata y ambas hinchadas disfrutaron de un gran evento.

La fiesta en las tribunas en Racing - San Lorenzo

Más de 30 mil personas vibraron con una fiesta única en la victoria de Racing ante San Lorenzo, por los Cuartos de Final de la Copa Argentina. El estadio Ciudad de La Plata fue el escenario del cruce entre dos de los equipos más representativos del país y, preparado para lo que se vendría, se ambientó para la ocasión. Quince mil personas por lado y un espectáculo que no se vivía desde hacía un largo tiempo: dos hinchadas, un operativo que no tuvo fallas y un final en el que unos se fueron con alegría y otros con la tristeza a cuestas por una eliminación dolorosa.

Desde varias horas antes del comienzo del encuentro, los hinchas llegaron a La Plata con la ilusión de conseguir un pase a Semifinales que era deseado por ambos equipos, y que se había transformado en absoluta prioridad para Diego Cocca y Edgardo Bauza. El tramo que llevaba a ambas parcialidades al estadio estuvo atestado de público y este tuvo su mejor cara cuando Diego Abal pitó el comienzo del encuentro.

Banderas, bombos y camisetas le dieron color a una noche en la que quedó demostrado que dos parcialidades pueden convivir sin inconvenientes dentro de una cancha de fútbol. Cada uno vivió su propia fiesta sin la necesidad de caer en provocaciones a la hinchada opuesta. Sabiendo lo que había en juego dentro de la cancha, en la que once futbolistas por lado se jugaron un cupo en una de las Semifinales de la Copa Argentina.

Ni el público de Racing ni el de San Lorenzo detuvieron sus cánticos en ningún momento. Ni siquiera cuando ambos estuvieron en desventaja y debieron alentar aún más para revertir el resultado. La hinchada de la Academia vivió gran parte del encuentro con el sinsabor de correr desde atrás, pero el gol marcado por Gustavo Bou sobre el final le permitió irse del estadio Ciudad de La Plata con una sonrisa.

Ambas hinchadas convivieron en paz y dieron una muestra de que el fútbol con dos parcialidades es posible. La Plata tuvo su fiesta y la Copa Argentina fue la excusa ideal para que 30 mil almas disfrutaran de un evento de gran magnitud.

 

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