“Enfrentar a Acassuso me produce una mezcla de sensaciones”
Braian Romero es la revelación de Colón en el presente semestre: con cuatro tantos, lidera la tabla de anotadores del equipo en el Torneo de Primera. El volante por derecha, que finalmente no será de la partida este jueves por una molestia muscular, estuvo cerca de retirarse en 2013 por una lesión en el nervio ciático. Desde las 15 y en el estadio de Instituto de Córdoba, el Sabalero se medirá con su anterior club por 32avos. “Sabemos que es un certamen que puede depositarnos en la Libertadores, estamos muy ilusionados”, expresó.
La vida le dio una segunda oportunidad a Braian Romero en su relación con el fútbol. Después de la final del Reducido 2012, que enfrentó a Acassuso frente a Nueva Chicago, el volante comenzó a sentir molestias en el nervio ciático que se agudizaron en el torneo posterior. La lesión generó su internación en un hospital de San Isidro durante 15 días, pero los estudios solamente reflejaban una inflamación en el sacro. Seis meses más tarde, le detectaron una artritis remautoidea (enfermedad autoinmunitaria ósea) y parecía el final de su carrera como jugador. Sin embargo, no dejó de pelear ni un instante por su sueño y retornó a las canchas en 2014, todavía con el equipo que milita en la B Metropolitana.
Su rendimiento en ese año acaparó las miradas de equipos importantes del fútbol argentino. Así fue como, a principios del presente 2015, Colón decidió contratarlo por pedido de Reinaldo Merlo. Si bien el entrenador fue despedido después de la primera fecha, Romero trajo réditos importantes: se convirtió en el goleador del equipo con cuatro tantos en siete fechas. Un doblete ante San Martín de San Juan en el empate 2-2 le permitió llegar de la mejor manera a un partido especial: este jueves, desde las 15 y en el estadio Juan Domingo Perón de Instituto de Córdoba, el Sabalero se medirá con Acassuso, su club anterior, por los 32avos. de la Copa Argentina Sancor Seguros. Finalmente, el mediocampista de 23 años, que contó sus sensaciones acerca de un enfrentamiento particular y detalló su historia de vida, no podrá ser de la partida por una molestia muscular.
- ¿Cómo se preparan para el encuentro frente a Acassuso por los 32avos?
- Estamos con muchas ganas e ilusionados porque es un partido muy importante para nosotros. Sabemos que es un certamen que puede depositarnos en la Libertadores, el torneo más destacado del continente.
- Me imagino que es un partido especial por tu pasado en el club, que te dio la posibilidad de debutar como profesional en 2011 y de pegar el salto a Primera.
- Me genera una mezcla de sensaciones porque enfrentamos al equipo en el que surgí y se mezclan sensaciones hermosas con recuerdos no muy lindos. Siempre voy a estar agradecido a Acassuso por todos los momentos que viví, incluso los negativos porque se aprende de cada uno de ellos. Además, me jugaremos contra compañeros, amigos y conocidos, es un encuentro especial.
- ¿Hubo alguna apuesta con tus amigos que siguen en el club?
- No, la verdad que si bien hablé con ellos en estos días, no hubo ninguna apuesta. Lo único que habíamos arreglado fue el intercambio de camisetas cuando finalice el partido, pero ahora que lamentablemente no podré jugar, veremos cómo lo hacemos.
- Cuatro goles en siete partidos es una marca destacada en un mediocampista. ¿De qué manera vivís éste presente en Colón?
- La verdad que estoy muy contento, lo disfruto mucho. Pude lograr afianzarme en el equipo y me tocó convertir seguido. Lo considero un premio por todo lo que realicé para llegar a vivir este presente.
- Hacés hincapié en tu lucha para llegar a Primera. En un momento, hasta llegaron a decirte que no podías jugar más por una enfermedad en los huesos. ¿En quiénes te apoyaste para salir adelante y poder cumplir tu sueño?
- Todo lo que estoy viviendo actualmente es gracias a Dios. Siempre digo que recibí un milagro suyo para poder jugar, ya que había intentado todos los métodos posibles de recuperación y no podía hacer otra cosa más que caminar. Después de detectarme la artritis reumatoide, me medicaron y llegué a tomar tres pastillas y un corticoide por día. De todas maneras, no lograba sacarme el dolor. Sólo superé el trauma cuando apareció el milagro de Dios, así que trato de esforzarme cada día para darle gloria a Él.
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