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Historia de una pasión que llegó para quedarse y será eterna

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Alicia García era hincha de Boca hasta el 2004, pero su repentino interés por Arsenal se transformó en un amor incondicional que no se detiene. Creó una página del equipo en Facebook y contó que el día en que su hija estaba internada, el conjunto de Sarandí fue campeón del Clausura 2012; recordó la anécdota y afirmó que aquella vez, la pasión le ganó a la razón.

                      La particular historia de una hincha de Arsenal

El sentimiento y la devoción hacia un club, sea de la categoría que sea, no conoce de límites ni de imposibles. En muchos de los casos, el amor surge por herencia y en otros, comienza en cierto punto de la vida por un hecho específico y se desarrolla hasta el punto tal en el que no se puede vivir sin él.

Alicia Inés García (socia número 4.108) no heredó su pasión por Arsenal ni hubo nadie que se la transmitiera. Su propio instinto la llevó a seguir a un equipo del que empezó a enamorarse en 2004. El conjunto de Sarandí comenzaba su segundo año en Primera División y rápidamente olvidaba la lucha por el descenso para transformarse en un conjunto duro y complicado que arrancaba una era llena de títulos, logros y consagraciones. “Tenía 50 años y hasta ese momento, era hincha de Boca. No sé exactamente cómo explicarlo, pero puedo decir que me enamoré de Arsenal. Por mi sangre empezaron a correr los colores celeste y rojo”.

Hay que creerle a Alicia cuando se refiere a su gran pasión. Cuando habla, parece recordar el instante exacto en que nació un amor que, según cuenta, será eterno. Cuenta los sacrificios que hizo para seguir al equipo y demostrará que acompaña las palabras con hechos puntuales. “Muchos dicen que somos un club chico, pero para mí somos de los más grandes. Seremos pocos pero no le tenemos miedo a nadie”.

Al Viaducto lo acompaña partido a partido Vicente Romero, su marido (socio número 8.457). Viven en Adrogué y van al estadio en moto: “Cuando él trabaja, yo vengo igual. Siento devoción absoluta por este club. Mi casa está llena de objetos de Arsenal y estoy tratando de que mis nietos también se hagan hinchas, aunque está difícil (risas)”.  

“Lloré por Arsenal el año pasado, cuando ganamos el Clausura. Ese día, mi hija estaba internada y jugábamos contra Belgrano. No pude ir a la cancha pese a que había seguido al equipo todo el torneo. No pude gritar el gol de Licha López pero cuando terminó el partido, salí de la habitación y me puse a gritar de la emoción. Me emocioné, eran muchas sensaciones juntas”.

Alicia contó que la remera que se ve es la que utiliza cada vez que va a la cancha. Tiene una página en Facebook llamada Yo amo al Arse y qué?, en la que decenas de hinchas comentan sobre temas ligados a la vida diaria del equipo: “La hice para demostrar que esta es mi locura. Cada día me enamoro un poco más”.

Arsenal devuelve con resultados y un trabajo dirigencial serio algo de lo que Alicia ofrece día a día. No quiere nada a cambio porque lo suyo es puramente sentimental. Se siente reconfortada si puede ir a ver al equipo y cuenta que no entiende de qué se trataría su vida si la institución de Sarandí no estuviera en ella. 

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