"Mi mayor virtud es conocer mis limitaciones"
Charla a fondo con Lucas Bernardi, capitán del Newell's campeón del Torneo Final y titular inamovible para el encuentro que su equipo debe jugar este sábado desde las 18 ante Vélez, por la Final de la Temporada. Tras ocho años en Europa, retornó al país para tener un cierre de carrera soñado y Gerardo Martino le dio el protagonismo que necesitaba.
La nota exclusiva con Lucas Bernardi
El destino quiso que Lucas Bernardi tenga un final de carrera acorde a una trayectoria intachable, que incluyó un destacado paso de ocho años por el fútbol francés y algunos partidos en la Selección argentina. Quiso retirarse a fines del 2011 porque creía que ya le había dado todo a Newell’s tras su vuelta en 2009. El equipo venía de algunas experiencias desafortunadas con diversos entrenadores y la amenaza del descenso empezaba a transformarse en una posibilidad concreta. Sin embargo, todo cambió con la llegada de Gerardo Martino, el técnico que lo revalorizó y le otorgó un rol clave dentro de la estructura. Hace pocos días el capitán se dio el gusto de ser campeón, el próximo miércoles debe enfrentar a Atlético Mineiro por la ida de las Semifinales de la Libertadores, pero antes, (más precisamente el sábado desde las 18, en Mendoza), jugará ante Vélez para definir al gran campeón de la temporada 2012-2013.
- ¿Por qué decidiste volver al club?
- Estaba en Europa hace mucho, pero no lo hice antes porque quería ver cómo se resolvían las elecciones que hizo el club en 2008, y que proclamó a Guillermo Lorente como presidente. Tenía la idea de jugar seis meses y retirarme.
-¿Recordás el instante en que volviste a pisar un campo de juego con la camiseta de Newell’s?
- Fue en un partido ante Colo Colo, en Chile. Viví sensaciones muy fuertes porque volvía a ponerme la camiseta que más quiero luego de mucho tiempo. Retorné al lugar que más quería y sentí mucha emoción al pisar el Coloso con mi familia pese a que mis padres no querían que volviera.
- ¿Qué mejores identificás en tu juego desde la vuelta?
- Nunca me gustó hablar sobre mí. Soy lento, petiso para el puesto, no hago goles y no piso el área. Mi mayor virtud es conocer mis limitaciones.
- ¿La experiencia de los años te permite disfrutar más del juego?
- Mi señora me dice al término del primer tiempo o de los partidos que siempre tengo cara de enojado; lo que le digo es que lo hago porque pienso mucho en jugadas que quizá podría haber definido mejor. Disfruto de los entrenamientos y tengo la suerte de que el equipo encontró una solidez colectiva que te permite pasarla bien con tus compañeros. Es duro el fútbol en la Argentina.
- ¿El pase gol se elabora o sale por instinto?
- Yo no doy pases gol, hago lo que indica la jugada. Riquelme es uno de los mejores del mundo en eso. Lo que sí es cierto es que antes me dedicaba más a correr y a pegar y hoy me alejé un poco de eso para ocuparme de la iniciación de las jugadas.
- ¿Qué le dejás al fútbol una vez que decidas retirarte?
- No soy un gran jugador, soy un jugador normal. Hice una linda carrera y puedo dejar el fútbol recién después de los 36 años. Luché mucho contra mi cuerpo para llegar a este momento. Hice muchos sacrificios y siempre quise demostrarles a los más chicos que con trabajo, todo llega.
“Los triunfos tienen mil dueños, pero de las derrotas nadie se hace cargo”
El mensaje fue retwitteado por Lucas Bernardi en la red social y él mismo contó por qué lo hizo: “El fútbol argentino está marcado por los resultados y muchas veces se pierde de vista el juego. Somos felices cuando ganamos pero también hay que bancar la parada cuando llega la derrota. Lo escribió un hincha de Newell’s y me gustó”.
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