All Boys truncó el sueño de Boca de ir por la segunda Copa Argentina
El equipo de Bianchi perdió 3-1 ante el conjunto de Floresta en el estadio Bicentenario Ciudad de Catamarca. Estudiantes (LP) o Quilmes, los posibles rivales en la próxima instancia del vencedor.
Pareció una maldición. Como si las copas, tan cerca de alegrías y conquistas no tan lejanas, le hubiera soltado la mano a Boca. De repente. De manera estrepitosa. Sin medias tintas. Este All Boys que está en el final de ciclo de José Romero le truncó el sueño de obtener la segunda Copa Argentina al vencerlo por 3 a 1.
Las teorías, previsiones y palabras recibieron muy pronto un sacudón. Un sacudón que se dio al minuto cuando Clemente Rodríguez le cometió infracción a Perea dentro del área. Un minuto después el remate de Vildozo viajó por el aire para vencer las manos de Orion. De entrada, esa acción dio vuelta cualquier plan.
El arranque hacía presumir que Boca iba a padecer el partido desde el principio. Buscó el control de la pelota y tuvo la disposición para ocupar el campo rival. Y Riquelme impulsó a su equipo con su sello, al abrir la defensa rival con sus habilitaciones y con sus remates de media distancia.
Apoyado sobre buenas intenciones, como la circulación de la pelota, Boca no consiguió despegarse de ese fantasma que lo viene persiguiendo desde hace un tiempo: la dificultad para generar peligro. Todo lo bueno que podían crear entre Riquelme y Ledesma en la primera fase del ataque no hallaban respuesta más adelante, porque Acosta y Blandi tuvieron poco contacto. All Boys tuvo buenas pinceladas individuales. Principalmente con Sarmiento en la ofensiva, pero también se puede destacar el despliegue de Sánchez para colaborar en la recuperación, además de la firmeza de los centrales Ferrari y Lequi.
Se vivió un segundo tiempo de ritmo infernal. Desequilibrio entre juego punzante y efectivo; temperamento y sentimiento. Porque además la etapa comenzó con un condimento extra: el desajuste del fondo de Boca ante una pelota larga de Lequi y la aparición de Borghello para ampliar la ventaja del vencedor. La ráfaga de fútbol continuó con un tiro libre peligroso de Riquelme. Acto seguido, Orion tuvo que exigirse para tapar un mano a mano ante Fredrich. También hubo un gol anulado a Blandi por fuera de juego. Como si fuera poco, Bianchi hizo cambios significativos, pues salieron Clemente, Acosta y Burdisso e ingresaron Erviti, Di Franco y Chiqui Pérez. Otro Boca siguió con incertidumbre. Hasta que un zurdazo implacable de Ledesma le imprimió dramatismo a la noche. Pero a cinco minutos para el final, la buena definición de Sarmiento sentenció que los impulsos xeneizes no siempre invitan a mirar lo que viene con optimismo. Y, al fin, el cierre de otra noche que termina mal para Boca.
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