Entre la desilusión y la tristeza: así vivió River el regreso de Catamarca
La caída ante Estudiantes de Caseros impactó fuerte en la delegación millonaria. Entre la resignación y la sorpresa, Ramón Díaz vivió en carne propia un revés que no imaginaba. El peso de la caída quedó en manos de los futbolistas más experimentados. Crónica de una despedida inesperada.
El clima no era el mejor porque el sorpresivo desenlace sólo estaba en los planes de Estudiantes de Caseros. River se quedó afuera de la Copa Argentina Sancor Seguros en su debut y la caída ante el Pincha pegó fuerte en el seno del plantel Millonario, que tuvo enfrente a un rival que le peleó el partido durante los 90 minutos y lo superó con esfuerzo, solidaridad y juego.
La llegada al Hotel Casino de Catamarca tras la inesperada derrota marcó un punto de inflexión en la delegación. Una cena marcada por las caras largas y el descanso fue en silencio, sin bromas complices entre los futbolistas. Ramón Díaz arribó a la provincia con la ilusión de darles rodaje a jóvenes de las inferiores y pagó cara una eliminación que nadie imaginaba. El mal humor y la imperiosa necesidad de pasar el mal trago lo más rápido posible atentaron contra la ilusión de la gente, que se quedó con las ganas de disfrutar otra versión de River. Contrariado, el riojano deberá sobrellevar una de las caídas más importantes de su gloriosa etapa como técnico Millonario.
Aeroparque tuvo la imagen de la desolación en Ramón. Tocado en su orgullo, quiso darle una alegría al público que colmó el Bicentenario y a gran parte de su familia, que viajó especialmente desde La Rioja para ver el encuentro. Hombre representativo del noroeste argentino, agradeció el apoyo y ya piensa en Quilmes.
Los futbolistas nunca dejaron de lado la amabilidad para con el público. Aún en un momento complicado, se sacaron fotos y les firmaron autógrafos a los hinchas que quisieron darles una cálida despedida de Catamarca. Pese a la derrota y algunos reproches de anoche en el estadio, hubo intenciones de recomponer la relación y la delegación se retiró aplaudida del Hotel Casino.
Rodrigo Mora fue uno de los más afectados por la tempranera eliminación. Llegó al Valle con la intención de cortar con la sequía goleadora que lo ha perseguido durante todo el semestre, pero su mala racha continúa. El uruguayo se sentó en la primera fila del micro que trasladó al equipo al aeropuerto Felipe Varela y respondió a los gritos con un tibio saludo. Carlos Luna también se vio afligido: había comentado que esta sería una gran oportunidad para volver a anotar y vio pasar la chance delante de sus ojos ante defensores que nunca lo dejaron moverse con comodidad. Jonathan Bottinelli, que perdió la titularidad con el colombiano Álvarez Balanta en el torneo Final, buscó distraerse con la lectura. Quedó en evidencia que los simpatizantes esperaban otra cosa.
Arriba