Arsenal cerró un año glorioso
El conjunto del Viaducto se quedó con la primera edición de la Supercopa Argentina al vencer a Boca por penales. Previamente, había logrado el Clausura que le permitió acceder al flamante certamen.
En los 55 años de historia que posee Arsenal de Sarandí, sin dudas el 2012 quedará grabado en su memoria como un momento inolvidable junto a la obtención de la Copa Sudamericana en 2007. Comenzó logrando su primer título local, el Clausura, tras una pareja lucha con Tigre que recién se dirimió en la última jornada. Esa campaña le permitió disputar la edición inaugural de la Supercopa Argentina.
El rival, el 7 de noviembre en el estadio Bicentenario Ciudad de Catamarca, fue Boca, campeón de la Copa Argentina. Tras 90 minutos en los que Arsenal había exhibido cierta superioridad, el encuentro finalizó con un empate sin tantos y la Supercopa se decidió con remates desde los doce pasos. Allí, Cristian Campestrini, arquero y referente del Viaducto, se vistió de héroe al tapar los tiros de Matías Caruzzo, Leandro Paredes y Nicolás Colazo. La precisión de las ejecuciones del equipo dirigido por Gustavo Alfaro le dio la victoria por 4-3 y desató la locura de los simpatizantes que viajaron al Norte del país para presenciar la Final.
“La verdad que tengo una alegría enorme, creo que somos un justo campeón. Este grupo se lo merecía. Con el trabajo del cuerpo técnico y apoyando se consiguen los logros”, había declarado Julio Ricardo Grondona, presidente del club de Sarandí. Además, Alfaro se refirió a la tarea de sus dirigidos para meter a Arsenal en las páginas doradas del fútbol argentino: “Teníamos que demostrar que podíamos ser los campeones. Estos muchachos han entrado en la historia del club”.
Las atajadas de Campestrini, la seguridad de Lisandro López, la precisión de Jorge Ortiz, la velocidad de Carlos Carbonero y el poder ofensivo de Emilio Zelaya, entre otras características, llevaron a Arsenal a completar un 2012 inolvidable en el que obtuvo el Clausura y la Supercopa.
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