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Golpe al corazón de la Academia

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Boca y Racing disputan la final de la primera Copa Argentina en el estadio DEL BICENTENARIO de la ciudad de San Juan. image4

El sueño de los hinchas de Racing, que se movilizaron en gran número a San Juan, quedó trunco por la derrota ante Boca. Pese al mal resultado, el plantel recibió con hidalguía las medallas de plata.

Los 71 micros y 11 aviones colmados con hinchas de Racing que llegaron a San Juan para presenciar la Final de la Copa Argentina marcaban el termómetro de la expectativa que había en el club con este certamen. Las victorias ante El Porvenir, Patronato, Sarmiento de Resistencia, Atlético Tucuman y River habían puesto a la Academia a un solo paso de cortar la malaria de once años sin logros. Sin embargo, la efectividad de los delanteros de Boca fue imparable para el conjunto de Avellaneda, que cayó por 2-1 y postergó la chance de lograr un título.

Así como sucedía con los simpatizantes, la ilusión llegó a los dirigentes. Convencidos de la importancia de conseguir el certamen federal, aprovecharon la postergación del encuentro decisivo para incorporar nombres de experiencia que le dieran un salto de calidad al equipo. De esta manera, llegaron Mauro Camoranesi, Diego Villar, Fernando Ortiz, José Sand, Leonardo Migliónico y Javier Cámpora (Martín Pérez Guedes, Claudio Corvalán y Ezequiel Melillo fueron incorporados como apuestas a futuro). Igualmente, hubo varios jugadores importantes que habían logrado la clasificación a la Final y emigraron en el receso: Giovanni Moreno, Teófilo Gutiérrez, Claudio Yacob y Lucas Castro fueron las bajas más resonantes. Un caso similar ocurrió con Valentín Viola, vendido a Sporting de Lisboa, pero el juvenil quiso despedirse del club de sus amores con un título y se quedó expresamente a jugar la Final.

“Boca es un justo ganador, el partido siempre se lo queda el equipo que convierte los goles. Fue un partido abierto, sabemos que ellos son un conjunto que le gusta jugar desde atrás, así que se nos complicó cuando pasamos a estar en desventaja. Los últimos minutos podrían haber terminado goleada para ellos o empate nuestro”, expresó Camoranesi, con el sinsabor de no haber podido arrancar de gran manera su ciclo en Racing. Pese al malestar por la oportunidad desperdiciada, los jugadores dirigidos por Luis Zubeldía tuvieron la hidalguía de recibir las respectivas medallas de plata por el subcampeonato. Saben que el Torneo Inicial, la Sudamericana, e incluso la próxima Copa Argentina pueden ser los certámenes apropiados para cortar la sequía de títulos desde el Apertura 2001.

 

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