La Copa te da revancha
Por diferentes cuestiones, Boca y Racing necesitan jugar rápidamente otro partido. El Xeneize por la caída dolorosa frente a Quilmes, y la Academia por haber tenido dos penales para ganarle a Rafaela, en lo que fue empate. La Final inmediata en la competencia federal viene justa como para que alguno de los dos se desquite y encima se consagre campeón.
El Torneo Inicial comenzó complicado para algunos y angustiante para otros. Boca visitó a Quilmes y se topó con un rival que lo aplastó en el resultado luego de la expulsión de Santiago Silva: un duro 3 a 0. Racing debutó oficialmente con sus incorporaciones estelares y pese a que mereció llevarse el triunfo, se quedó con la espina clavada. Y el protagonista de la desazón fue el delantero José Sand, quien malogró dos penales atajados por Guillermo Sara, en un encuentro que finalizó 1 a 1 y podría haber terminado 3 a 1.
La Copa Argentina les dará una revancha inminente a los dos finalistas del certamen, cuando se enfrenten el próximo miércoles 8 de agosto, desde las 20.30, en el estadio San Juan del Bicentenario. La demora en el regreso de la gira por Colombia y Venezuela derivó que el Xeneize trabajara sólo un día para el duelo contra el Cervecero. Sin embargo, el entrenador Julio César Falcioni no puso excusas sobre la derrota en la fecha inaugural, que tuvo como datos particulares la presentación de Oscar Ustari en el arco y el estreno de la nueva camiseta. “Encontramos a un equipo que fue profundo, certero, con mucha velocidad y que aprovechó los espacios”, admitió el ex DT de Banfield.
Otro de los temas en los que Boca se vio vulnerado fue que padeció, como ítems esenciales, la escasez en los desbordes que ofrecía Pablo Mouche y, por sobre todo, la creación que generaba Juan Román Riquelme. Igualmente, el pobre desenvolvimiento de la defensa hizo que Martín Cauteruccio en dos ocasiones y Pablo Garnier sellaran la vapuleada. Además de la presencia y la atención que demostraba habitualmente, en lo que debe tratar de recomponerse el cuadro de La Ribera es en la marca y en el armado colectivo con la pelota.
Racing se preparó con mucha más prolijidad para debutar en el campeonato local. Encima, contó con sus refuerzos de categoría, ya que Sand, Fernando Ortiz (autor del gol), Diego Villar y Mauro Camoranesi, los cuatro futbolistas de renombre que vinieron a jerarquizar el plantel, formaron parte de los once titulares. Si bien arrancó perdiendo por la concreción de César Carignano, la Academia sentenció la igualdad tempranamente y empezó a dominar el juego. Sólo faltó que el atacante anotara alguno de los dos penales para decretar la victoria. La bronca por estar muy cerca de alcanzar las tres unidades deja a los dirigidos por Luis Zubeldía con importantes pretensiones de ganar lo antes posible.
El técnico del conjunto de Avellaneda no se preocupó por las posibilidades que falló Sand. Para justificar su actitud, recordó y comparó el primer partido del correntino en Lanús, debido a que en aquella época -Apertura 2007- era el ayudante de campo de Ramón Cabrero, en relación a la que tuvo con la camiseta albiceleste, y comentó: “Perdimos con Independiente y lo echaron. Y después fue lo que fue (salió campeón y metió 15 tantos)”. Por este antecedente, agregó: “Ya va a tener esa sensación de gol y los va a hacer”.
Como no debe preocuparse demasiado por el rendimiento, Racing afrontará la Final del 8 de agosto con la seguridad de que en el cotejo anterior no pudo vencer porque estuvo impreciso en la puntería o en la contundencia. En cambio, Boca, al margen del cansancio por la eterna vuelta desde Venezuela, completó una actuación lamentable y sintió la baja de Riquelme. A veces suele pasar en los clásicos y más en las definiciones de campeonatos, que importa poco el nivel en el cual llegan los dos clubes que competirán por un objetivo relevante. Por eso, la Copa Argentina es la gran oportunidad de ambos, no solo para confirmar lo que buscan sino también para conseguir la prematura gran felicidad del semestre.
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