¿La tercera será la vencida?
Boca no pudo acceder a la Triple Corona y la Copa Argentina se transformó en el gran objetivo. Tras la derrota ante Corinthians, el equipo dirigido por Julio Falcioni pone todas sus fichas al encuentro del 8 de agosto ante Racing, en San Juan.
El Mundo Boca sigue convulsionado por ese sueño hecho trizas llamado “Triple Corona”. La consagración de Arsenal en el torneo Clausura y la derrota en la Final de la Copa Libertadores removieron los cimientos de una institución que, hasta hace un mes, vivía un presente de ensueño.
El 8 de agosto, Boca intentará sanar heridas con la Final de la Copa Argentina, el certamen que se convirtió en el principal objetivo tras la imposibilidad de consagrarse en los otros frentes del semestre. El encuentro ante Racing representará una verdadera prueba de fuego para un equipo que soñó con todo y puede quedarse sin nada. A esto se le suma la ilusión de Racing, que ya arrancó la pretemporada con la promesa de que llegarán a la institución refuerzos de jerarquía.
Asegurada la continuidad de Julio Falcioni, Boca tendrá un desafío que va más allá del rendimiento futbolístico: deberá demostrar fortaleza anímica para reponerse del golpe que significó la imposibilidad de ganar la Libertadores. Sin Riquelme y con un futuro incierto en cuanto a la conformación del plantel, el Xeneize buscará el primer título del año, y el segundo en la era de Julio César Falcioni, tras la consagración en el Apertura 2011.
Falcioni plantó bandera y dio una muestra de autoridad al afirmar que espera al plantel el 16 de julio para iniciar la pretemporada. Daniel Angelici le dio el aval y el Emperador pondrá primera en busca del primer objetivo del semestre.
En caso de ganar la Copa Argentina, Boca podría tener saldo a favor en el comienzo del año futbolístico: llegará a la Sudamericana con la ilusión de revertir el mal trago sufrido a nivel continental hace pocas horas, podrá decir que se llevó la primera edición de un torneo que empieza a mirar con cierto cariño tras las recientes frustraciones, y el plantel recibirá un golpe anímico favorable que le permitirá revertir la pálida imagen demostrada en el sprint final del semestre que acaba de finalizar.
Se viene un encuentro entre dos gigantes sedientos de gloria. Un partido en el que Boca y Racing no pueden fallar. Ambos están en deuda y deben revertir la imagen ante su gente.
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