Las revelaciones de Boca en la Copa Argentina
Las múltiples obligaciones del Xeneize durante el pasado semestre obligaron a Julio Falcioni a apelar a futbolistas que aparecieron y le brindaron soluciones al entrenador en el torneo más federal.
Los héroes inesperados de La Boca en la Copa Argentina tienen su lugar ganado porque supieron aprovechar sus momentos en tiempos en los que el ingreso al equipo titular era una misión casi imposible. Son los protagonistas del Xeneize en la competencia, y los principales responsables de que el conjunto que dirige Julio César Falcioni haya llegado hasta la Final que se jugará con Racing en San Juan. Todos, de alguna u otra forma, se reposicionaron y hallaron su lugar. Algunos, hasta terminaron siendo hombres clave del equipo que llegó hasta la Final de la Libertadores que el Xeneize terminó perdiendo ante Corinthians.
Sebastián Sosa consiguió lo que pocos en la historia de Boca. Con menos de diez encuentros en la Primera de la institución, se ganó al cariño de la gente porque metió al equipo en la Final con su impronta para aparecer en las definiciones por penales. El Xeneize llegó a esa vía en cuatro de las cinco instancias que disputó, y el uruguayo fue clave para eliminar a Olimpo de Bahía Blanca, Rosario Central y Deportivo Merlo. Fue ante el conjunto dirigido por Walter Perazzo cuando Sosa se metió en el corazón del público ya que contuvo los dos penales ejecutados por Martín Rolle. Ante los rosarinos, en Cuartos, tapó el remate de Javier Toledo en los 90 minutos, mientras que también apareció frente al Charro al contenerle el disparo a Alejandro Friedrich. La repentina partida del uruguayo a Vélez no borra su buen paso por la Copa Argentina. Quizá, su máxima espina sea la ausencia en el encuentro decisivo que se disputará en San Juan, y del que él no podrá formar parte pese a que fue protagonista excluyente de la competencia.
Exequiel Benavídez creyó que su oportunidad había pasado cuando Boca lo prestó a principios de 2009 ante la falta de oportunidades. Un combo de situaciones lo devolvió a los primeros planos, aunque mucho tuvo que ver en su despegue la Copa Argentina, el torneo que le dio minutos ante Olimpo tras la lesión de Leandro Somoza y la repentina titularidad de Cristian Erbes. El volante santiagueño jugó ante el equipo de Walter Perazzo y cumplió con creces. Se ganó los elogios y la confianza de Julio Falcioni, quien le dio la oportunidad de volver. Ante el conjunto bahiense demostró alguna de las virtudes que lo habían llevado a la Primera División: quite, visión de juego, panorama y entrega. Exequiel fue el bombero que sacó de un problema a todo Boca ya que cubrió el puesto de volante central cuando el equipo sufría por la lesión de su mediocampista titular.
Pablo Mouche es un caso especial por donde se lo mire. Hace años que buscaba su lugar en la Primera de Boca, aunque recién alcanzó minutos y confianza de la mano de Falcioni, cuando este llegó al banco de suplentes xeneize a principios de 2011. El delantero se asentó y tuvo protagonismo pese a que la titularidad le llegó cuando el entrenador vio que le brindaba soluciones en la Copa Argentina. El atacante de 24 años fue la gran figura ante Olimpo al anotar un gol durante los 90 minutos, y dos penales en la definición desde los doce pasos. En Semifinales, frente a Deportivo Merlo, volvió a marcar en la tanda de penales tras ingresar en el complemento.
Cuando las actuaciones de Pablo Mouche en Copa Argentina crecían partido a partido, Falcioni lo empezó a poner en la Libertadores y relegó a Darío Cvitanich, quien se despidió de la institución ocupando el banco en los encuentros definitivos del certamen continental. El fútbol europeo posó sus ojos en él y se terminó yendo al Kayserispor de Turquía por varios millones de dólares.
Nicolás Blandi se ganó un lugar en la consideración del entrenador por mérito propio. Nadie le puede decir al delantero que fue favorecido por Falcioni ya que el técnico no lo tuvo en cuenta durante las primeras fechas del campeonato Apertura 2011 que Boca terminó ganando. Aún con Silva, Cvitanich y Mouche por delante, respondió cuando le tocó estar y fue el centrodelantero de Boca en cuatro de los cinco encuentros del equipo en la Copa Argentina. Anotó ante Central Córdoba y Rosario Central, mientras que aportó en las definiciones por penales frente a Olimpo y el Canalla.
La campaña de Boca en la Copa se caracterizó por la aparición de jóvenes promesas de las inferiores. Sergio Araujo anotó un tanto frente a Central Córdoba, Guillermo Fernández aportó su panorama en el centro del campo, mientras que Orlando Gaona Lugo ingresó ante los rosarinos y le cambió la cara al equipo. Emanuel Insúa pateó un penal en la definición ante Olimpo y pasó a Godoy Cruz. Ante Central, por los Cuartos de Final, apareció Cristian Álvarez, un joven volante de las inferiores que demostró frescura en tres cuartos de cancha, y al que se le dieron minutos en la gira de pretemporada que el Xeneize realizó por Colombia y Venezuela.
La gran cantidad de partidos jugados por Boca durante este semestre les dio la posibilidad de disputar la Copa Argentina, y ellos no desaprovecharon la oportunidad. Sosa, Benavídez, Mouche, Blandi, Araujo, Gaona Lugo, Guillermo Fernández,l Emanuel Insúa y Cristian Álvarez, las ruedas de auxilio del Xeneize en el torneo más federal.
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