El sentimiento millonario copó Salta
Miles de hinchas de River armaron una verdadera fiesta en el norte argentino por los Cuartos de Final ante San Lorenzo.
La Copa Argentina hace de los partidos historias únicas e imborrables. Y en el fútbol, se sabe, el amor por los colores no tiene límites, cualquiera sea el punto cardinal. Faltaban varias horas para el comienzo del cotejo y el peregrinar hacia el estadio Padre Martearena se produjo cada vez con mayor intensidad. De repente, una marea roja y blanca copó las calles salteñas. Una bocanada de pasión, una luz de esperanza en la noche, un canto apasionante.
Los simpatizantes del club de Núñez tuvieron a su disposición el 90 por ciento de la capacidad de la cancha. Se vivió una verdadera fiesta con bombos, bengalas, banderas, camisetas y gargantas desbordantes de fútbol grande. River y San Lorenzo jugaron el primer clásico del torneo, y los hinchas no quisieron perderse un espectáculo que tuvo mucho de jornada histórica. Detalle que unió a las dos hinchadas en un cerrado aplauso, acompañado de ovación, cuando los equipos hicieron su aparición sobre el escenario.
El club de Núñez ya estuvo en San Juan y Catamarca, y ahora le tocó su turno a Salta, una provincia que ya contó con la presencia de Boca, Independiente, San Lorenzo y Racing. Es la gente la que se suma al verdadero espíritu de la Copa Argentina. Las 20.000 localidades que se pusieron a la venta fueron adquiridas por la gente en cuestión de días, y que querían ver a sus ídolos de cerca. Una vez más, el público le puso color, pasión y sentimiento a la noche salteña. Desde el día anterior, los hinchas millonarios se acercaron al hotel Alejandro I para recibir a River, y anoche fueron muchos los que quisieron estar en la cancha.
A veces la euforia que entregan los hinchas millonarios invita a pensar en que la realidad de River no tiene nada que ver con la de un equipo que lucha por volver a Primera. Tampoco se habló de la posible semifinal ante Racing, ni causó efecto la ausencia de algunos futbolistas titulares. Todos querían fútbol y la Copa Argentina lo ofrece como uno de sus platos más distinguidos.
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