NOTICIAS

Catamarca explotó con la llegada de Boca

image1 image2 image3 La llegada de Boca image4

El conjunto Xeneize desembarcó en el Valle y fue recibido por cientos de fanáticos. El plantel llegó en dos vuelos charter. La Ciudad vive una jornada histórica. Los dirigidos por Julio Falcioni jugarán por primera vez oficialmente en la provincia.

Boca no para de sorprender. El último campeón argentino, que este miércoles jugará frente a Olimpo de Bahía Blanca por los Octavos de Final de la Copa Argentina en el Estadio Bicentenario, provocó una revolución en el pueblo catamarqueño. La delegación llegó al aeropuerto Coronel Felipe Varela al atardecer tras viajar en dos vuelos charter.

El Valle se tiño de azul y amarillo. Los ochocientos fanáticos que se acercaron a ver a sus ídolos tuvieron que aguardar hasta la salida del aeropuerto para poder acompañar a la delegación. Fue tal la revolución, que los hinchas no pudieron acercarse a los jugadores y debieron esperar a 200 metros de la pista de aterrizaje. Cristian Pochi Chávez, Pablo Mouche y Nicolás Blandi fueron los más aplaudidos del equipo. Los hinchas construyeron un ambiente de cancha, entre cánticos, gritos y bombos.

Sin pausa, más allá de algún saludo al paso de los jugadores de Boca, la delegación emprendió el camino hacia el Hotel Casino. Detrás del ómnibus, los hinchas se encolumnaron y secundaron a los jugadores, como si fuera una peregrinación. En tránsito al lugar de la concentración, los protagonistas se agolparon contra la ventanilla para observar y disfrutar del cariño que les brindaban los simpatizantes del Valle.

Ariel Vergara de 26 años, vecino del barrio La Tablada, ubicado en el centro de la ciudad, expresó sus sentimientos por poder ver a su equipo en su provincia: “No puedo creer que mi equipo esté acá. La Copa me cumplió el sueño. Además de poder ir a alentar a Boca, tuve la oportunidad de ver a otros clubes”.

Si los jugadores se habían sorprendido con el recibimiento en el Aeroparque, en el Hotel se multiplicaron las muestras de afecto. Los fanáticos, que habían hecho el aguante desde la mañana, comenzaron el carnaval cuando vieron llegar el ómnibus. Desplegaron los trapos, activaron los bombos y se pusieron a cantar.

El joven Giuliano de 25 años, conserje del Hotel, primero ayudó con el equipaje de sus ídolos y luego pidió respetuosamente una foto con Falcioni: “Soy un privilegiado. Estoy trabajando en el lugar donde duerme el equipo del cual soy hincha. No puedo pedir más nada. Pensé que por vivir en Catamarca, nunca iba a poder ir a ver a Boca. No voy a ir al partido, pero voy a tener un autógrafo del Pochi Chávez”.

Con la presencia de Boca, Catamarca se ilumina y la noche se hace día. La ciudad brilla como un árbol de navidad.

 

Arriba