Cuando Hernán Lamberti se perfiló para ejecutar su penal, Nicolás Angellotti supo que ese sería el indicado. El entrenador Walter Otta les había dicho a sus dirigidos que el arquero contendría dos remates. Quizá, porque conocía sus antecedentes en la Copa pasada con la camiseta de Acassuso, club en el que se transformó en el más destacado en su puesto durante la edición pasada de la competencia.

De alguna u otra forma, le bastó con una tapada para empezar a construir el pase a 16avos de un Deportivo Morón que hizo ruido en la Copa al sorprender a Aldosivi. Sus compañeros convirtieron todos los remates, pero él hizo su trabajo y agigantó su historia en una competencia que le tiene guardados varios capítulos especiales. Empezaron en Acassuso y siguen en el equipo del Oeste. Suplente en cada partido de la B Metropolitana, aprovechó su chance con creces.

“Demostramos una vez más que la billetera no importa y que cuando los equipos del Ascenso tenemos ganas, podemos ganarle a clubes de Primera. Quiero dedicarle esto a mis compañeros y a la gente, que no pudo venir”, afirmó el arquero, visiblemente emocionado, al término del encuentro. Tuvo su momento de gloria otra vez y destacó que “estaba esperando esta chance hacía mucho y por suerte pude aprovecharla. Ahora quiero seguir adelante”.

“Siempre me gustó esta Copa y vivo cada eliminatoria de manera especial”, afirmó Angellotti, quien fue elegido por el Sitio Oficial como el mejor arquero de la Copa pasada. Compartió el once con futbolistas de la talla de Carlos Tevez y Marcos Ruben, y afirmó que el destino volvió a darle una alegría en un certamen que ha aprendido a disfrutar y a afrontar como pocos: “Haber estado entre todos esos monstruos fue un privilegio y ahora quiero seguir aportando para que Morón pueda llegar lejos”.