El arco de Dios
Daniel Bertoya, de 36 años, y Juan Manuel Ijurco, de 33, son los experimentados arqueros de Santamarina, que se medirá por la Copa Argentina ante Boca, el líder de la Primera División. El ex Gimnasia La Plata es titular y afrontó un problema de su padre Silvio, quien sufrió un ACV pero se pudo recuperar. El suplente se está recuperando de una leucemia diagnosticada en abril de 2010.
Santamarina de Tandil tiene debajo de su arco dos historias para contar: Daniel Bertoya y Juan Manuel Ijurco son los guardavallas del equipo del Argentino A que se medirá ante Boca en los 32avos. de final de la Copa. A este último jugador, el 26 de abril de 2010 le diagnosticaron leucemia y estuvo 28 días internado. Terminaría el tratamiento el próximo 24 de noviembre de 2012.
Por otro lado Bertoya, ex Gimnasia La Plata y habitual titular de Santamarina, vivió un semestre similar al de su compañero de puesto, ya que atajó con un esguince de rodilla y encima vivió la responsabilidad de acompañar en un duro momento a su padre, que sufrió un accidente cerebrovascular (ACV) y actualmente se encuentra estable.
"En un partido que íbamos a jugar en Rafaela, cuando estábamos en Sunchales, me salió un hematoma en la lengua, adentro del micro. Pensé que me la había mordido y por eso no me preocupé demasiado. Ya en la cancha y haciendo la entrada en calor, me sentía cansado pero lo asociaba con el clima húmedo", admitió Ijurco, quien de esta forma comenzó a contar lo que terminó siendo la etapa más dramática de su vida.
Durante el encuentro ante los rafaelinos, Ijurco esperaba su oportunidad en el banco de suplentes, mientras que Bertoya, el arquero titular, ocupaba su puesto. "Se hizo sacar la quinta amarilla para que yo jugara porque justo arrancaban los cruces de playoff y él tenía que estar", manifestó Juan Manuel ante la decisión de su compañero. Luego de su ingreso y de haber participado del juego, en los vestuarios volvieron a notarse moretones en la lengua. "Fui a ver al médico y me dijo que podría tener rota una venita", contó.
"Un miércoles empezaba uno de los cruces y yo siempre hacía la entrada en calor. Cuando terminó el partido, en los párpados tenía reventada una vena. Me hice unos exámenes de rutina, como hisopados y análisis de sangre. Entre idas y vueltas con un médico que me recomendó atenderme en la Clínica Favaloro, le tuve que mentir al técnico del equipo de esa época, Luis Murúa. Le dije que tenía un esguince de tobillo", relató el arquero de 33 años.
El parte del médico le llegó a las 12 del mediodía. Las opciones de su enfermedad podían ser una aplasia medular, leucemia o un virus en la médula. "Para resolver mi caso me tenían que hacer una punción de médula y como se complicaba por la hemorragia, me derivaron al Hospital Italiano de Buenos Aires. Lo más duro fue dejar a mi familia. Como quedé bajo de defensas, estuve internado 28 días”, dijo Ijurco, quien hace seis años pertenece a Santamarina.
Cuando le diagnosticaron leucemia, el arquero estuvo 15 días delicado por las drogas que le aplicaban. "Gracias a Dios de a poquito fui saliendo. En cuatro meses tuve cuatro sesiones de quimioterapia. Pero por suerte el cuerpo funcionó como un relojito. El 24 de noviembre de 2012 terminaría con el tratamiento. Si sigue todo bien, dentro de un año la enfermedad ya estará curada", sentenció el hombre que, además de jugar al fútbol, trabaja en el sector de mantenimiento de la Universidad Nacional del Centro de la provincia de Buenos Aires, ubicada en Tandil.
Ijurco jugó el primer partido de la Copa Argentina contra Bella Vista (Santamarina lo ganó 5 a 3 por penales, luego de que en los 90 minutos reglamentarios finalizara igualado 2 a 2). De cara al encuentro frente al conjunto de Julio César Falcioni, declaró: "Soy simpatizante de Boca por mi papá. Es una linda oportunidad para el club. La ciudad está muy movilizada con esto".
Bertoya volvió a Santamarina en este último semestre, ya que estuvo durante la temporada pasada en Juventud Antoniana de Salta. En enero de 2010, su padre Silvio, de 62 años, sufrió un ACV que le provocó una parálisis de medio cuerpo. "Ese mes me la pasé viajando. Iba de Armstrong, Santa Fe, a visitar a mi viejo hasta Salta. Por suerte tuvo una recuperación normal. Hasta ha podido volver a manejar. En esa época, el técnico me daba el día libre. Encima yo jugaba siempre con un esguince de rodilla", declaró el experimentado arquero.
Con respecto a su relación con Ijurco, agregó: "Retomé una amistad de dos años. Nos llevamos excelentemente como la familia de él con la mía. La competencia es muy sana. Siempre nos estamos apoyando". Bertoya, que comenzó su carrera en 1996 y vivió toda su vida del fútbol, habló sobre el partido que se avecina ante el Xeneize: "Ojalá pueda atajar un penal, mientras sea para ganar... Boca es un equipo grande y no son cosas que se dan todos los días".
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