Estudiantes de Buenos Aires es uno de los pocos clubes, por no decir el único, con la particularidad de que el presidente tenga un vínculo familiar con uno de los jugadores. En este caso, ocurre con Fernando Isla Casares, máximo directivo del Pincha de Caseros, que es el padre de Patricio, delantero del equipo dirigido por Salvador Pasini y que es uno de los conjuntos clasificados a los 32avos. de final de la Copa Argentina (jugará el miércoles 23 ante Atlético Tucumán).

“Yo estoy en el club desde inicios de 2008, mientras que mi papá recién asumió la presidencia a principios del año pasado. Si bien estoy muy contento que suceda esto, siempre me maneje de la misma manera en los clubes donde estuve”, expresa Patricio, quien llegó a Estudiantes proveniente de Central Ballester. “Siento una emoción terrible, es muy lindo ver a mi hijo defendiendo los mismos colores que yo. Espero que nos quedemos mucho años juntos, aunque sé que para él sería importante dar un salto de categoría”, se ilusiona Fernando, presidente que está transitando su segundo mandato al frente de la institución.

Con respecto a la importante clasificación a la Fase Final de la Copa Argentina (venció por la mínima diferencia a Defensores Unidos y luego por penales a Defensores de Cambaceres), ambos coinciden en la trascendencia que este logro tuvo para el club. “Estamos todos muy entusiasmados con el torneo. Es una interesante competencia que nos tiene expectantes con ver si podemos dar la sorpresa”, dice el atacante, que marcó el tanto de la victoria en el debut del equipo en el certamen. Por su parte, Fernando resaltó la importancia que tuvo Julio Grondona, presidente de la AFA, para que la Copa pueda llevarse a cabo. “Es una de las tantas brillantes obras que realizó Grondona desde que llegó a la presidencia de la AFA. Le da una importante chance a los clubes chicos para que podamos medir fuerzas contra los equipos importantes”, manifestó.

40.000 pesos es un considerable premio para un club de las categorías del Ascenso, ya que le sirve como ayuda en un complicado contexto económico. Esto piensa el máximo directivo del Pincha, que comentó cual fue el destino del dinero recibido por las victorias en la Segunda y Cuarta eliminatoria: “Nos sirvió para continuar con las mejoras en las instalaciones. Cambiamos la bomba sumergible y ahora estamos pintando las tribunas del estadio”. Además, el mayor de los Isla Casares explicó cómo fue su arribo a la presidencia. “Comencé ayudando con ideas y plata, desde afuera de la política. Tengo un grupo de amigos que estamos identificados con el club, y yo vivo en un barrio que está cerca (Villa Urquiza). Después tomé el mando cuando renunció Eduardo Rossetto, yo era el vicepresidente. Hasta diciembre de 2012 tengo mandato, y espero que prolonguemos el crecimiento del club”, señaló.

La llegada de Patricio al fútbol fue de casualidad, casi sin quererlo. Acompañó a un amigo a probarse en Central Ballester en 2006, y terminó sumándose a la Cuarta División del club ubicado en General San Martín. Tiempo después, ya entrenaba con el plantel de Primera dirigido por Juan Tradito. “Se dio todo muy rápido. Siempre había querido jugar al fútbol, pero mis padres prefirieron que priorice mis estudios en un colegio de doble escolaridad”, resaltó. También fue un poco azaroso su arribo al equipo de la B Metropolitana, a comienzos de 2008. “Los jugadores de Central íbamos a comer a un restaurant llamado Maracaibo, y el presidente de Estudiantes de aquél entonces (Mario Andersen) era el dueño. Ahí fue donde me recomendaron los dirigentes de mi anterior institución, y me consiguieron una prueba que por suerte me salió bien”, agregó el jugador que tiene como referente a Gabriel Batistuta.