Ni él mismo lo debe haber soñado. En el día de su cumpleaños número 25, Lescano se transformó en el héroe de Deportivo Riestra. Le atajó la ejecución a Sebastián Cobelli en los tiros desde el punto del penal, y se convirtió en uno de los destacados de la clasificación de su equipo a los 32avos. de final de la Copa. Bajo una incesante lluvia, el conjunto dirigido por Damián Troncoso eliminó a Acassuso, y continuó con la increíble gesta de un grupo de jugadores que ya se había ganado la aprobación unánime al sacar de la competencia a Los Andes, también como visitante y de la misma manera.

“Lo que conseguimos fue tremendo. Es un sueño hecho realidad”, comentó con las revoluciones sobrepasadas dentro de un vestuario en el que reinó la algarabía. Saludado por cada uno de los 40 simpatizantes que no dudaron en saltar cuanto obstáculo se le cruzara por el camino para tenerlo enfrente, dijo también que “esperábamos pasar porque el entrenador nos había comentado en la semana los puntos débiles del rival”.

Lescano relató en primera persona cómo es la vida de un futbolista que debe trabajar en forma particular para ganarse el pan de cada día. Detrás de los festejos, aparece la fantástica historia del incuestionable arquero de Riestra. “Dejamos todo en la cancha y pudimos construir un hecho impensado para el club. Sé que no fuimos superados por Acassuso en ningún momento, aunque entiendo también que pudimos haberlo perdido con el cabezazo que llegué a taparle a Alonso” (NdR: habla de Rodrigo Alonso, defensor central del conjunto que dirige Marcelo Espina).

La carrera del arquero se inició en Comunicaciones, institución en la que no tuvo mayores oportunidades. Tras integrar el banco de suplentes en los partidos ante Temperley, Social Español y Talleres de Remedios de Escalada, buscó un nuevo rumbo y recaló en L.N. Alem, militante de la Primera C en aquel 2008. “Fui porque quería atajar. Así de simple”, expresó. Debutó en la derrota por 2 a 1 con San Martín de Burzaco, y tras dos temporadas, se fue a probar suerte a Centro Español, donde estuvo durante la temporada pasada.

A continuación, y tras entablar una relación con su actual entrenador Damián Troncoso, consiguió que Riestra lo contrate para el inicio de esta temporada. “Hablé con él porque me dijo que buscaba un arquero de experiencia”, manifestó.

“Amo el fútbol y me quiero dedicar a esto. Igual, sé que como jugador de la D debo pasar por cosas que no son buenas para quien quiere dedicarse a esto”. Su respuesta ante la consulta de su vida extrafutbolística lo llevó a decir palabras que más de uno quiere soltar. Es que a Lescano, las 24 horas del día parecen no alcanzarle. Por la mañana, trabaja en una empresa que se dedica a confeccionar logos para remeras. Luego entrena, y tras el desgaste físico, se dirige hacia el colegio Ward para estudiar en el profesorado de Educación Física. Para el arquero, la semana se hace interminable. Sin embargo, lo disfruta. “Quizás, un jugador de Primera entrena dos horas por día y se va a su casa. Nosotros no podemos hacer eso porque somos chicos humildes”.

La salida del estadio de Riestra luego de cada entrenamiento hace que su cabeza le pida un stop ante tanto trajín. Tras una jornada agotadora, también debe preocuparse por eludir un sitio en el que el día se hace noche mucho antes del momento en el que aparece la luna. “Nuestra cancha está ubicada al lado de la de San Lorenzo. Es una zona complicada, y encima, nunca salimos antes de las 19 horas”. Cuando se le consultó sobre si alguna vez había vivido un hecho delictivo en primera persona, respondió con la convicción del hombre que de esto sabe, y mucho: “Ayer salí con el auto y una persona se me paró enfrente con un arma para robarme. Pensé en darle todo, pero decidí acelerar y por suerte zafé”.

Su presente lo muestra como figura del equipo escolta (a un punto) de Argentino de Quilmes en el campeonato de Primera D, e integrante del selecto grupo de 64 que participará en la próxima ronda de la Copa Argentina, a sabiendas de que tendrá la posibilidad de enfrentar a clubes de Primera División y Nacional B. Lescano no dudó: “Creo que tenemos jugadores para ascender, y también, para avanzar una ronda más en la Copa”. Es esa la ilusión del dueño del arco, de sus compañeros, del cuerpo técnico, y de esos hinchas que hicieron hasta lo imposible para ingresar al vestuario y brindarle una felicitación.