Un verdadero ejemplo de lucha
José Luis Marzo, aquel buen delantero de Unión y Lanús, hoy juega en Atlético Paraná, club clasificado a los 32avos de final de la Copa Argentina. El Loco nos contó cómo sobrelleva los problemas de visión que afectan a sus hijos.
José Luis Marzo no solamente se destaca por ser un delantero de importante trayectoria que a los 39 años sigue rompiendo redes en su querido Atlético Paraná, conjunto clasificado a los 32avos. de final de la Copa Argentina. También tiene una emocionante historia de vida, con un hijo que lamentablemente nació ciego (Agustín) y una hija que puede ver pero padece serias dificultades en la visión (Antonela). Sin embargo, el atacante nunca bajó los brazos en su lucha y hoy disfruta día a día de sus nenes: "Fue un momento complicado, pero junto con mi señora lo afrontamos como debe ser, acompañando a los chicos. No los podés dejar nunca de lado, sino que les debés dar mucho afecto y amor cada día".
Una de las problemas más importantes de la falta de visión de sus hijos es que no pueden tomar tamaña dimensión de lo que representa el Loco para el fútbol argentino. De todas maneras, él dice que les cuenta las historias de sus distintos logros y deja que ellos hagan fluir su imaginación para crearse su propia imagen. "Sería mucho más fácil si pudieran verme jugar en la cancha, pero la vida me puso este obstáculo y lo tratamos de resolver juntos de la mejor forma. Igualmente los llevó a mis hijos cuando jugamos de local para que sepan como se vive un partido", manifestó emocionado.
Así como la vida le dio sinsabores, como esta difícil realidad que afrontan sus hijos, también le otorgó alegrías. La más reciente fue la clasificación de su equipo en la Copa Argentina, después de haber dejado en el camino a Gimnasia de Concepción del Uruguay en un duro duelo provincial. "La clasificación fue muy buena, ya que la Copa entusiasma a clubes como el nuestro porque les da la posibilidad de jugar contra rivales de categorías superiores. El partido con Gimnasia fue distinto a todos los anteriores encuentros, ya que los superamos con mucha actitud, sabiendo la chance que nos estábamos jugando", expresa Marzo.
Ahora que pasaron este difícil escollo, el experimentado goleador se anima a soñar: "Ojalá nos crucemos con Patronato para poder jugar el clásico. Igual ahora tenemos un duro partido con Banfield, que esperamos con muchas ansias. Queremos dar el batacazo". De todas maneras, sabe que el principal objetivo que tienen para esta temporada es lograr el ascenso al Torneo Argentino A. "Sabemos que ascender implica un compromiso muy grande para el plantel. Primero tenemos que tratar de sumar la mayor cantidad de puntos posibles para clasificar a la próxima fase. Y luego seguir avanzando hasta la ronda final, la misma a la que no pudimos acceder el año pasado", afirma.
Sin dudas que la etapa más importante de Marzo fue en Unión de Santa Fe, club del que es hincha. Al igual que en su vida, el delantero primero sufrió una importante desilusión como fue descender al Nacional B en 1992. Luego se recuperaría con el ascenso en su segundo paso por el club, en 1996. "Siempre voy a recordar con cariño a Unión, donde viví hermosos momentos pero también fuertes tristezas. Mi mejor recuerdo es el ascenso a Primera, en el que tuve la suerte de consagrarme como goleador. Había un gran grupo humano", comenta el atacante. También recuerda de manera positiva su única experiencia internacional en América de Cali: "De no ser por los problemas institucionales que tenía el club, seguro habría renovado por lo bien que me trataron. Me sentía cómodo".
Los 20 años de su carrera futbolística lo llevaron a ser dirigido por numerosos entrenadores. Si bien reconoce que todos le dejaron algún conocimiento, resalta a Mario Zanabria, quien lo dirigió en Primera División con el Tatengue. "Lamentablemente sólo lo tuve dos meses, antes de ser transferido a Lanús. Pero el trato respetuoso que tuvo con nosotros, así como las ideas futbolísticas que intentó de inculcarnos, fueron muy importantes". A su vez, destaca el trabajo de su actual director técnico, Edgardo Cervilla, con quien había compartido el ascenso de Patronato en 2008, del Torneo Argentino B al A. "Es un placer ser dirigido por él, ya que con sus colaboradores forman un interesante equipo de trabajo que nos permite sentirnos cómodos en el día a día".
Marzo sabe que el final de su carrera está cerca, y le gustaría concluirla jugando con Atlético Paraná en el Argentino A. De todas maneras ya tiene pensado que le gustaría permanecer en este deporte cuando decida retirarse. "Primero quisiera poder transmitirle la experiencia que adquirí a los chicos de las Inferiores, así como intento hacerlo actualmente con los juveniles del plantel. Luego me encantaría tener la chance de entrenar a algún plantel profesional, en especial si es Unión o Atlético por los recuerdos que tengo como jugador", finaliza.
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