“Tuve una experiencia en la Fase Final en Gimnasia La Plata, club en el que debuté en 2011. Me tocó entrar por Matías García en el segundo tiempo del triunfo contra Desamparados. Después nos tocó caer contra Tigre en 16avos. Ya en Unión de Mar del Plata, perdimos por penales con Defensores de Villa Ramallo en la edición pasada. La Copa Argentina es una competencia para no dejar pasar”. Las palabras de Nicolás Eduardo Castro reflejan el pensamiento del volante de 25 años, surgido del conjunto platense y que, tras pasar por Liniers de Bahía Blanca, Juventud Unida de San Luis y el Celeste, recaló en Crucero del Norte con la ilusión de devolverlo a Primera.

Tal como ocurre en las últimas temporadas, el equipo misionero mantiene el patrón definido de sumar una importante cantidad de puntos como local (ocho de doce) pero exhibir un rendimiento opuesto cuando le toca ser visitante (le ganó a Los Andes y acumula cuatro derrotas consecutivas). Esa irregularidad le impide mantenerse en el grupo de los aspirantes a la única plaza de ascenso a Primera, categoría que dejó el año pasado después de una campaña floja. La derrota sobre el final ante Talleres en Córdoba por 2-1 lo alejó a diez unidades del líder, justamente el equipo albiazul.

“Estamos con muchas ganas y el grupo está entusiasmado por la posibilidad. Creo que el balance en el torneo es positivo, nos faltó un poco de suerte. Hemos jugado partidos interesantes pero nos costó convertir, generamos bastantes situaciones”, analizó Castro, que llega de marcar su primer tanto con la camiseta del Colectivero: convirtió la apertura del marcador en el 3-1 ante Santamarina. “El objetivo primordial que tenemos es el ascenso. Sabemos que es un torneo difícil y será duro, debemos achicar el margen de error para seguir sumando y achicar la brecha con el grupo de equipos que están arriba”, sostuvo.

"En mi carrera hago un balance bueno, ya que crecí mucho desde que estuve en Juventud Unida. Uno siempre sueña y tiene como objetivo primordial poder llegar a Primera, así que tengo confianza en que esta etapa me servirá para pegar el salto. Ojalá se dé", deseó Castro, antes de referirse a su etapa en Gimnasia: “La verdad que había hecho mis primeros pasos en el club, tanto en infantiles como inferiores, hasta llegar al plantel profesional. Me hubiese gustado jugar un poco más, pero no me arrepiento de decidir irme porque no iba a ser tenido en cuenta. Bajé una categoría pero progresé como jugador”.

Crucero del Norte tendrá la posibilidad de redimirse en la Copa Argentina, certamen en el que acumula tres triunfos en siete presentaciones y nunca logró clasificarse a 16avos. “Es una oportunidad muy linda, ya me tocó disputarla y es un torneo interesante que otorga prestigio porque te permite enfrentarte a rivales de Primera”, expresó con la ilusión de ser partícipe de la mejor campaña del equipo misionero en el certamen.