Historias de vida

“Soy técnico de fútbol y me dedico a trabajar con los chicos”

image1 Miguel Ángel Sánchez junto con Alex Ganly, director de la Copa Argentina image2 image3 image4 image5 image6 image7

Miguel Ángel Sánchez es un sanjuanino que desde que tiene pocos meses de vida convive con una parálisis cerebral que lo afectó en la parte motora pero no en su inteligencia. Después de haber trabajado en una empresa y de estudiar abogacía, su pasión por el fútbol le permitió hacer el curso de entrenador. Actualmente, disfruta de poder dirigir a niños de entre cuatro y 15 años.

La historia de superación de Miguel Ángel Sánchez sirve como enseñanza para cualquier persona que piensa que su vida no tiene sentido. El sanjuanino de 44 años sufrió una falencia cerebral que no le permite caminar sin muletas. Sin embargo, su inteligencia siempre se mantuvo intacta y fue la que permitió seguir adelante y poder cumplir sus años. Cuando era joven se propuso trabajar y comenzó sus primeros pasos en la empresa ADOS, que al quebrar lo dejó sin empleo. Luego de aquella experiencia, no lo tomaron en ningún otro lado y decidió jubilarse. A partir de esa decisión, estudió abogacía, pero no pudo terminar la carrera. Su pasión por el fútbol lo llevó a hacer el curso de técnico y actualmente trabaja con una gran cantidad de chicos.

“Soy técnico de fútbol y me dedico a trabajar con los chicos. Tengo una escuela. Soy un loco por este deporte. Y la única manera que encontré para trabajar fue haciendo el curso”, comentó Sánchez, quien es un entrenador recibido y el creador del “Club MAS Fútbol”. La trayectoria del sanjuanino en la dirección técnica comenzó como un hombre que intentaba darles contención a los chicos de su barrio, a través del deporte que dice llevar en las venas y en el alma.

La pasión por el fútbol lo llevó a hacer el curso de director técnico para liguillas menores, con el objetivo de darles una mejor calidad de enseñanza a los chicos. Lo que diferencia a Sánchez del resto de los entrenadores son las dos muletas que necesita para desplazarse. Su sueño empezó en la plazoleta del barrio Buenaventura Luna, del departamento de Rawson, donde le enseñaba a jugar este deporte a niños de entre 4 y 15 años.

“Primero comenzó como un juego para mantener la mente ocupada y gracias a Dios fui creciendo. Ya estamos jugando en la Liga Infantil, que depende de la Liga Sanjuanina. Los primeros años de entrenamiento los hicimos en una plaza. Hasta que se nos dio la oportunidad de llegar a la liga”, contó Sánchez, en una entrevista para el Sitio Oficial de la Copa Argentina. “Desde chiquito me gustó la idea de ser técnico. Y por suerte me salió la oportunidad de hacer el curso. Ya tengo el título oficial y eso me pone muy feliz”, agregó.

Sánchez tiene como desafío poder dirigir a jugadores mayores, pero por ahora dedica todas sus fuerzas en trabajar con los niños. “Me gusta hablar con los chicos. Más allá de ser profe, trato de ser amigo, compartir cosas y apoyarlos. Trato de que se diviertan, que no sientan presión y que vayan aprendiendo”, manifestó el sanjuanino, que pasó de trabajar en una plaza con materiales que le entregaban desde la Municipalidad de Rawson a formar parte de la Liga Infantil.

San Juan fue una de las sedes de las Semifinales de la Copa Argentina, ya que el estadio Del Bicentenario albergó el encuentro entre Lanús y Boca, que terminó con victoria para el Xeneize por 2-0. Sánchez, quien fue uno de los miles de espectadores que presenciaron el encuentro, opinó sobre la importancia del torneo integrador para el fútbol argentino: “Me parece un evento muy importante para la provincia. Años atrás no teníamos la posibilidad de vivir partidos como este. Después de la construcción del estadio, acá en San Juan empezaron a llegar eventos que traen diversidad de gente y le da vida a la provincia”.

Su discapacidad para caminar sin muletas no fue un impedimento para que Sánchez pueda cumplir sus años. Amante del fútbol y fanático de Unión de Villa Krause (San Juan), el entrenador vive con pasión la posibilidad de darles clases a más de 50 chicos, en un club que él mismo creó. Sus aspiraciones y sus sueños siguen latentes. En un futuro, tiene como objetivo dirigir a jugadores grandes y poder progresar en la profesión.

 

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